Madrid/Vitoria. Según su informe, casi 44 millones de personas, el 94 por ciento de la población española, estuvieron expuestos en 2016 a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

El estudio, presentado hoy en rueda de prensa, señala que el pasado año se produjeron más de 24.000 muertes en España por afecciones derivadas de esta circunstancia.

El informe analiza los datos recogidos en 700 estaciones oficiales de medición instaladas en toda España, que revelan que 44 millones de personas respiraron aire en malas condiciones, y mantiene que eso implica infringir los límites de la normativa europea.

Unos 455.000 kilómetros cuadrados, que suponen el 90 por ciento del territorio nacional, se vio afectado por esa polución atmosférica.

La superficie vegetal expuesta a niveles de contaminación dañinos alcanzó 255.000 kilómetros cuadrados, según el informe, que pone de relieve que la mitad del territorio español soportó una degradación atmosférica que incumple los estándares legales para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales.

El informe incide además en que la principal fuente de contaminación en las áreas urbanas fue el tráfico rodado, responsable del aumento de partículas y óxidos de nitrógeno.

El ozono troposférico es el contaminante que presentó una mayor extensión y afección a la población debido al incremento de las temperaturas medias y a las situaciones meteorológicas extremas, como las prematuras olas de calor que ha sufrido España esta primavera.

Ceballos ha matizado que se trata de un "contaminante secundario" que se forma a partir de emisiones precursoras al darse las "condiciones meteorológicas adecuadas", y que por efecto de las olas de calor es previsible un "aumento de las concentraciones de ozono troposférico en 2017".

Aunque el informe describe una reducción general de los niveles de contaminación atmosférica en 2016 con respecto a años anteriores, ese descenso es consecuencia de una "coyuntura meteorológica, caracterizada por una menor estabilidad atmosférica en 2015", según ha explicado el responsable de calidad del aire de Ecologistas en Acción, Juan Bárcena.

Según datos del Banco Mundial, los costes sanitarios derivados de la contaminación representan 50.000 millones de dólares (44.670 millones de euros) al año, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas.

Ecologistas en Acción ha denunciado que esta cuestión debería abordarse como un problema de "primer orden" y entre las vías de actuación que la organización propone se cuentan "la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público".

"Hay falta de voluntad política para tomar medidas estructurales, pese a la preocupación ciudadana", ha concluido Bárcena, quien ha apuntado, sin embargo, avances en ese sentido en ciudades como Vitoria, Pontevedra, Valencia, Madrid y Zaragoza.