un espectáculo itinerante hará historia mañana en Gasteiz y eso que no pretende ser una reconstrucción al pie de la letra del asedio que sufrió Nova Victoria tras la llegada de las tropas castellanas en 1199, sino una mirada de lo que pasó entonces desde el presente para homenajear a todos los pobladores que de forma tenaz durante nueve meses resistieron al cerco de la villa amurallada. Será la primera vez que en la capital alavesa se cuente este heroismo que difícilmente se entendería sin explicar en ese recorrido itinerante, a lo largo de cuatro espacios del Casco Viejo, quién fue Martin Ttipia, el tenente o gobernador encargado de defenderla hace exactamente un mes como el actual, el de junio, cuando no se había empezado a recoger las cosechas y los almacenes, por tanto, estaban vacíos, lo que complicó todavía más la supervivencia de todos los que encerrados en las murallas se aferraban a la lealtad de la corona navarra.

Sucedió largo tiempo atrás, hace 818 años, pero no el suficiente para

haber destruido la mejor escenografía del mundo para poder recrearlo: la real. “Si en Vitoria tenemos exactamente las piedras que vieron esta historia, ¿cómo íbamos a poder haber ido a otro lado? Teníamos lo fundamental: el sitio, la geografía, el espacio, las venas de 1200. Y no teníamos más que meter la sangre del 2017”, explica el director de esta obra itinerante, Mikel Gómez de Segura.

La propuesta que surge entonces es la de habitar cuatro espacios emblemáticos de la parte alta de Gasteiz (plazas de Martin Ttipia, Escoriaza-Esquível, Santa María y Matxete) y se mueve en el ayer con el 2017, “gracias a la ayuda desinteresada económica, pero no artística”, de cerca de 260 figurantes entre actores de Álava, dantzaris; Bidabarri Dantza Taldea (Zuia), Jare Dantza Taldea (Gasteiz) y Zuiako Dantzariak (Zuia), grupo de cuerda (Finale) y txistularis (Martin Ttipia), más la actuación de coros locales y vestuario real de la época.

Para entender esta lectura, bastará con acudir mañana a las 19.00 horas a la plaza Martin Ttipia, donde en las traseras del edificio municipal de la calle Fray Zacarías 3, sobre las murallas navarras de la antigua villa de Nova Victoria y frente a la placa en honor de este tenente, comenzarán a sonar cantos y danzas de recibimiento y celebración. Justo allí un personaje vestido de época, que va con su chica, pregunta qué es esto, qué estamos celebrando y quién es este señor Ttipia. “Que es la pregunta que yo me hice cuando ellos me llamaron. Y a partir de ahí aparece un profesor, y le preguntan: “Maisu, tú que nos estás dando clase, ¿quién es este señor?”, adelanta Gómez de Segura.

Y se empieza a contar así quién es Martin Ttipia, el tenente de Vitoria, el gobernador de la villa y su comarca, cuando en los primeros días del mes de junio de 1199 un gran ejército castellano remontó el valle del Zadorra. Ahí partirá la invitación para quien quiera conocerlo más a fondo siga a toda la comitiva de artistas a lo largo de este recorrido de conocimiento y redescubrimiento de este personaje, que logró que los sitiados resistieran durante nueve meses con eficacia el asalto, pese a que los atacantes castellanos esperaban una rápida victoria. “El planteamiento que me hice fue el dar a conocer lo que pasó. Entonces no había más remedio que hacerlo desde el presente, pero en cierta medida, contada por sus protagonistas, conocidos o no del pasado”, añade Fernando Sánchez Aranaz, miembro de la asociación cultural Martin Ttipia, promotora de esta iniciativa que cuenta con el apoyo de la Diputación alavesa y el Ayuntamiento gasteiztarra, además de otras entidades, y guionista del espectáculo.

Presencia documentada El público tendrá que acompañar a los artistas de plaza en plaza, haciéndole protagonista de la historia. Y se sorprenderá con todo lo que empiece a conocer de Ttipia “que sale hasta 27 veces en documentos. Y en dos de ellos, fechados en febrero de 1198 y 1199 aparece como tenente de Vitoria”, precisa Sánchez Aranaz. Pero también con todas las actuaciones: desde txalaparta, txistularis, vientos, cuerdas... solamente música, coro, ambos a la vez... para que a medida que se vaya por la calle, “en un lateral, desde una verja, te esté cantando un coro a capella, mientras pasas”, agrega el director del espectáculo, quien como dice música y baile, unida a las interpretaciones de los actores, “son elementos que ayudan mucho al desarrollo de la historia y a la continuidad”.

Una complicada organización, pero, como dice Gómez de Segura, “mi gran ilusión es meterme con muchos líos. Es complicado porque son 260 personas, pero es sencillo porque son 260 ilusiones. Entonces es mucho más bonito, más fácil y más pedagógico”.