la ilusión y la solidaridad que despiertan la Carrera de la Mujer son bien visibles año tras año desde días antes de que la prueba se dispute, y éste no está siendo una excepción. 6.000 mujeres -los últimos dorsales disponibles se agotaron ayer- convertirán mañana las calles de Gasteiz en una imparable marea rosa contra el cáncer de mama, pero ya desde ayer, con la apertura de la tradicional feria de la carrera en el Iradier Arena, pudo comprobarse una vez más de antemano que la expectación ante la cita es máxima.

El encuentro, durante el que las participantes comenzaron a recoger sus dorsales y complementos para tomar parte en la carrera -podrán hacerlo también hoy-, congregó a miles de personas en el multiusos gasteiztarra, corredoras pero también numerosos familiares y allegados, como anticipo de lo que la décima edición de este evento traerá a la capital alavesa en apenas 24 horas. Tampoco quisieron perderse esta puesta de largo el alcalde, Gorka Urtaran; la diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, ni la edil de Cultura, Educación y Deporte en el Ayuntamiento de Vitoria, Estíbaliz Canto, que recorrieron los stands que copan el multiusos acompañados por el presidente de la carrera, el maratoniano Martín Fiz, y dieron su respaldo a la prueba y sus participantes.

“Lo importante de carreras como ésta es que se juntan la solidaridad y el deporte y se multiplican los valores intrínsecos a éste, y el apoyo institucional es importante para animar a todas las mujeres a que participen. Estamos a punto de llegar a los 6.000 dorsales, así que esperemos que se agoten todos porque cuantas más corran mejor”, remarcó Canto en declaraciones a este periódico durante la visita. Los deseos de la concejal socialista se hicieron realidad poco después, cuando la organización anunció a través de la página web del evento de que todas las inscripciones están agotadas. Como novedad, junto a los dígitos individuales de cada participante, los dorsales han añadido este año el 016, que es el número telefónico de atención a las víctimas de la violencia machista.

de basauri a gasteiz Fabiola y Puri, madre e hija, se sumarán a la marea rosa que mañana inundará Gasteiz acompañadas por varias familiares que se acercarán a la capital alavesa desde Basauri, primas y tías a las que no ha costado mucho convencer para recorrer unos cuantos kilómetros. “Es una carrera muy emotiva, sobre todo si has perdido a alguien”, expone Fabiola, para quien ésta será la tercera Carrera de la Mujer. Para su madre, que tomará parte en la prueba por segunda vez, los achaques físicos no serán problema para completar los seis kilómetros sobre los que se desarrollará la carrera, con salida y meta en el parking de Mendizabala.

“Iré andando porque la rodilla ya no está muy bien, pero ahí estaremos con ellas porque es muy importante”, destaca. Fabiola, quien cree que los hombres también deberían tener la opción de apuntarse en la prueba “porque también pueden sufrir cáncer de mama”, espera que la jornada sea una fiesta y un homenaje a todas las mujeres que a día de hoy pelean contra el cáncer o se han quedado por el camino, como Marije.

Trinidad, que también correrá por segunda vez, ha animado este año a sumarse a la marea rosa por primera vez a sus amigas Azu y Maribel, que acudieron ayer puntualmente a recoger sus dorsales. “Vamos a andar todas las noches para ir preparándonos”, avanza Maribel. Conformarán en total un grupo de una decena de corredoras, una imagen de hermandad clásica en la cita gasteiztarra. “Nos parece una buena causa y tenemos que apoyar. Creo también que la donación que hacemos con las inscripciones se queda corta”, valora por su parte Trinidad. Junto a la Asociación contra el Cáncer (AECC), la prueba ayudará este año a colectivos sociales como Clara Campoamor o la asociación alavesa Asamma.

Alicia, Mertxe, Cristina y Margarita, compañeras de aquagym, también acudieron ayer al Iradier para hacerse con su dorsal dando buenas muestras de la ilusión que en ellas despierta tomar parte en esta carrera... E incluso en más, porque cabe recordar que el circuito de la Carrera de la Mujer llega todos los años a ocho localidades diferentes. “Nos encantaría ir a correrla también a otras ciudades. Que se vea esa mancha rosa es precioso”, remarca Cristina, que califica a sus compañeras de ruta como auténticas “profesionales”. Mertxe, por ejemplo, se anima siempre a correr “por el ambiente y la causa”. A la vista de que la jornada se presenta calurosa y soleada, el grupo ya tiene en sus manos unas agradecidas viseras.