Vitoria - “No tienes la fuerza necesaria” o “Hija, ¿no es mejor que estudies Enfermería?” son los estereotipos que aún hoy día tienen que escuchar las jóvenes alavesas que plantean en su entorno matricularse en algún ciclo industrial de Formación Profesional (FP), cuya salida laboral se sitúa en un excepcional 85%, aunque la presencia femenina en ellos se reduce al 5%. Por esta razón, ahora que del 5 al 16 de junio comienza la campaña de preinscripción en la FP para el curso 2017-2018, el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Mendizabala, que cuenta con la colaboración de más de 200 empresas y 1.200 estudiantes por curso, ha lanzado un novedoso concurso de vídeos, llamado Rompiendo moldes. Betikoarekin apurtuz, con el objetivo de potenciar su incorporación.
Un total de seis creaciones se han inscrito durante el plazo de presentación de candidaturas que acabó el pasado 9 de mayo, aunque, de momento, todavía hay tiempo de votar hasta el último día de este mes. En la página web www.rompiendomoldes.eus se pueden ver esta media docena de obras inéditas, como la de Aimar Osés, que con 124 apoyos, es la candidatura más aplaudida, por lo que de seguir así, el próximo 1 de junio, cuando se dé a conocer el ganador, puede llevarse los 250 euros del premio del certamen.
Y motivos no le faltan, ya que en los poco más de dos minutos que dura su obra reproduce todo ese tipo de clichés que tienen que quitarse de encima las alumnas que también quieren vestir un buzo en su tiempo de trabajo. Cristina Lucero, de 20 años, estudiante de primero de Mecatrónica Industrial en el CIFP de Mendizabala es una de ellas. “Me gusta mucho la tecnología desde pequeña, así que tenía claro que tenía que estudiar algo relacionado con ella”, explica esta joven a la que en ningún momento le dio reparo ser la única chica entre sus más de 20 compañeros. “Entiendo que haya otras chicas que se corten, aunque no es mi caso. A mí no me da ningún reparo y en mi casa siempre me han apoyado”, añade.
“Niña princesa” Su vocación y ganas de aprender eran mucho más fuertes. Además, con ellos se siente como una más al estar “muy integrada”. De ahí que todavía sean necesarios certámenes como éste, para exigir “una reflexión sobre la necesidad de acabar con estos estereotipos sociales, en puertas de la industria 4.0, en los que no caben los debates de género”, apunta Pedro Ibáñez, director de Mendizabala.
Como añade Carlos Etxebarria, profesor de Fabricación Mecánica, que este año no cuenta con ninguna mujer en clase, “hay puestos, con unas buenas condiciones laborales que, lamentablemente, se quedan sin cubrir porque no hay suficiente gente formada, mientras que los ciclos ligados a servicios están saturados y son lo que eligen mayoritariamente las mujeres”. Por esta razón, remarca que hay que “acabar con la niña princesa a la que se le regala sólo muñecas, y el niño campeón al que se le adjudica el mecano. En las manos de los padres está ese cambio”.
Este llamamiento coincide con la presencia de ayer en Euskadi de miembros de la Comisión Europea para conocer las características del modelo vasco de FP. Un punto destacado en las mesas redondas de la mañana fue la respuesta que está dando el modelo vasco a las necesidades de las empresas, en especial a las Pymes, en el ámbito de la innovación. Por la tarde, la representación comunitaria visitó aulas de robótica o fabricación, mediante impresoras 3D, que implementan la tecnología más revolucionaria.