izarra - Los responsables de Cáritas de Izarra y Kuartango han celebrado una jornada de encuentro en la primera de esas localidades. En ella han participado vecinos nacidos en la zona y personas llegadas de otros países. Con la denominación de Historias de emigrantes, los encuentros tenían por objetivo que las personas unidas por un mismo lugar de residencia, pero diferentes procedencias, intercambiaran sus experiencias y vivencias para reforzar los lazos de convivencia. En concreto, se trataba de que los residentes “conocieran las historias por dentro, escuchando las historias de emigrantes que han llegado hasta Izarra y por qué salieron de sus países, cómo vivían, cómo fue su viaje y cómo están ahora”.
En marzo, Kuartango e Izarra celebraron otras dos jornadas de información y sensibilización sobre las personas más desfavorecidas a través de aquellos que han vivido en primera fila la persecución, la solidaridad y el emprendimiento frente a la pobreza. Coordinadas por el párroco de Kuartango, Juan Ramón Etxebarria, las jornadas se llevaron a cabo primero en Zuazo de Kuartango y en ellas participaron los grupos de mayores de Cáritas de Kuartango, las Aulas de la Tercera Edad de la localidad, de Ribera Alta y de Salinas de Añana, los voluntarios de Cáritas de Nanclares de la Oca y de Urkabustaiz y otros colectivos. En ese encuentro se escuchó el testimonio de dos personas: Aicha Iglesias y Sara Polo. La primera está casada con un sirio y posteriormente, se tuvo que convertir en refugiada tras escapar de la barbarie de la guerra. La segunda es periodista y cooperante en las islas griegas.
La segunda jornada fue en Izarra y llevó por título La voz de Ecuador. Para esa ocasión se contó con Vilma Véliz, de Piquigua, San Isidro (Ecuador). Lleva 44 años comprometida en la organización de los pobres y en las comunidades de base, junto a su esposo, sus cuatros hijos y toda su familia. Las comunidades de base crearon la Uocasi (Unión de Comunidades y Organizaciones Campesinas de San Isidro), organización que Véliz preside. Además es catequista y animadora de la comunidad. En el terremoto que sufrió Ecuador, Piquigua perdió la escuela, el colegio y la capilla de la comunidad. A raíz del terremoto, niños de la Ikastola de Izarra intercambian cartas con los niños de la Escuela de Piquigua. Véliz es abuela de varios de estos niños y madre de varios de los profesores. - P.J.P. / Foto: P.J.P.