Vitoria - Dos eran las propuestas que había en el Pleno de Vitoria para que las empresas que facturan entre uno y dos millones de euros tuvieran bonificaciones fiscales en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), y ninguna prosperó ayer. La primera la pedía el equipo de gobierno (PNV-PSE) para lograr deducciones del 75% este año, que pasarían al 50% en 2018, y al 25% en 2019, siguiendo así el criterios establecido en la adaptación de la norma foral. Sin embargo, la oposición tumbó finalmente el dictamen. Lo mismo pasó con la segunda opción, a través de la enmienda parcial del PP, que solicitaba que las reducciones se regulasen tan sólo para este año, “pues para 2018 y 2019 no se conoce todavía cuál va a ser el impuesto y la cuota final en esos años”, que tampoco logró ningún voto a favor del resto de fuerzas.

Fueron, precisamente, los populares los que a comienzos de esta misma semana habían llamado a la calma a la edil de Hacienda, Itziar Gonzalo, cuando dijeron que no se preocupara al respecto “porque vamos a apoyar las bonificaciones de 2017, ya que estamos tramitando la ordenanza de este año”. Así lo anunciaron en la comisión municipal del ramo celebrada el miércoles. Si bien, el edil del PP Manu Uriarte advirtió, acto seguido, de que “cuando se tramiten las otras tendremos que saber el tipo al que lo van a hacer” porque “nos tememos que luego quieran pactar con EH Bildu o el resto de grupos para subirlo y nosotros queremos estabilidad para mantener las cuotas vigentes”.

Y, precisamente, esa misma fue la explicación que Uriarte volvió a dar ayer en el debate plenario cuando ya quedó claro que el PP no daría su visto bueno a la medida del gabinete Urtaran. No en vano, tildó de “disonancia” entre lo que dice y hace el PNV-PSE, “al no traer propuestas para defender el tejido productivo, sino bonificaciones para tres años que saben que no tocan”. Y denunció Uriarte: “¿Qué es esto de tramitar las ordenanzas de años sucesivos? Si ustedes lo consideran tan importante para generar empleo, y quieren asegurar la estabilidad, aprueben las de 2017, pero déjenos votar también las de los otros años”.

Un rechazo que tanto para el PSE, cuyo concejal Carlos Zapatero creía que la medida iba a “generar más empleo y riqueza”, como para la jeltzale Gonzalo, supone “desaprovechar una oportunidad de dar estabilidad” tanto a las empresas como al resto de contribuyentes, para que no haya “incoherencias en el resto del territorio”. Una opinión que comparte la patronal SEA Empresarios alaveses, pero que hasta la semana que viene ha decido no manifestar en público.

Todo lo contrario opina el bloque de izquierdas, ya que tanto EH Bildu como Podemos e Irabazi creen que con las bonificaciones se iban a dejar de recaudar 650.000 euros. Para Antxon Belakortu, de EH Bildu, “no es verdad que esa bonificación aumente la capacidad de las empresas de generar actividad económica, porque el ahorro sería mínimo y el periodo de adaptación lo han tenido durante años”. En opinión de Jorge Hinojal, de Podemos, “en ninguno de los casos supone más del 1% de facturación”. Y para Óscar Fernández, de Irabazi, “no es una medida progresiva. Sólo beneficia al lobby de la patronal”.

Propuesta del equipo de gobierno. Pretendía adaptar la norma foral, siguiendo los criterios establecidos de bonificar el 75% en 2017, el 50% en 2018 y el 25% en 2019. Fue rechazada por todas las fuerzas políticas.

Para la edil de Hacienda lo ideal era aplicar una “senda progresiva del impuesto”.

El edil del PP aboga por aprobar sólo las bonificaciones de este 2017 y votar en próximos ejercicios las de los siguientes dos años.

Así opina el concejal de EH Bildu, quien tampoco cree que se aumente la capacidad de generar actividad económica.

Para el portavoz de Podemos, las bonificaciones no son prioritarias porque no se trataron en el debate de ordenanzas fiscales.

Para el portavoz de Irabazi, las bonificaciones sólo benefician “al lobby de la patronal”.