vitoria - La empresa que limpia y recoge la basura en la ciudad ha rechazado la ultima propuesta del Ayuntamiento para llegar a un acuerdo. La contrata formada por FCC y GMSM no tiene intención por ahora de readmitir a los cinco trabajadores despedidos a pesar de que hace dos meses se comprometió a ello para evitar una huelga en Vitoria, según explicó entonces el gabinete Urtaran que, tras dos meses de encuentros y desencuentros, ha decidido poner fin a las negociaciones. “Hemos hecho todo lo posible”, indica el ejecutivo jeltzale en una nota. Y, ¿qué significa esta ruptura de relaciones? Que, “salvo cambio de opinión por parte de empresa, el Ayuntamiento entiende que FCC descarta seguir prestando el servicio de limpieza en Gasteiz”. Sin embargo, la multinacional no ha comunicado este extremo al Ayuntamiento.
El conflicto, que a la vista de los hechos parece que se cerró en falso hace dos meses, se enquista y lleva camino de prolongarse en el tiempo si ninguna de las partes da un paso firme al frente. Dice el gabinete Urtaran que a partir de ahora conviene explorar una salida negociada con FCC y GMSM. Si no hay acuerdo ni readmisión de despedidos, la salida pasa por rescindir el contrato de limpieza con la empresa, para lo que el Ayuntamiento tendrá que estudiar el coste que esto puede suponer a la ciudad e incluso plantearse la posibilidad de acabar en los tribunales si la salida no es negociada. Si la rescisión del contrato es amigable, el Ayuntamiento se vería obligado a sacar de nuevo a concurso el servicio o a prestarlo de forma directa. De momento, todos los escenarios son posibles -según el ejecutivo jeltzale-, incluso el de un acuerdo con FCC que traiga la paz social a la plantilla. Lo que está claro es que, por ahora, los cinco empleados despedidos siguen en la calle, FCC continúa limpiando las calles y recogiendo la basura y la relación entre la contrata y el Ayuntamiento se ha enfriado de nuevo.
Ante esta situación anunciada por el gabinete Urtaran no se hicieron esperar las reacciones de la oposición. EH Bildu exige la rescisión del contrato con FCC tras su negativa a readmitir a los cinco despedidos. En palabras del concejal Aitor Miguel: “La negociación del PNV con FCC ha fracasado. Esto no puede suponer que la ciudad fracase. Hay que tener firmeza ante la chulería y el desprecio de esta empresa a los y las gasteiztarras, como ciudadanos y trabajadores. Y, por ello, exigimos la rescisión del contrato y decidir, junto con la parte social, la gestión del nuevo contrato de limpieza”. La coalición propone en este sentido romper el contrato con FCC y GMSM, solicitar a los servicios jurídicos, Intervención y Hacienda un informe sobre las afecciones que puede conllevar esta actuación para las arcas municipales y optar por la gestión directa del servicio de limpieza. No obstante, Miguel entiende que es necesario recoger los diferentes supuestos de la rescisión del contrato, así como las diferentes fórmulas posibles de gestión. Y pide al alcalde que todas estas decisiones se adopten en el Ayuntamiento en una mesa integrada por técnicos y políticos.
También desde Irabazi, nada más conocer la noticia, el concejal Óscar Fernández se posicionó a favor de que el Ayuntamiento asuma de forma directa la gestión del servicio. Ante la noticia de que la contrata que se encarga de gestionar el servicio de recogida de basura en la ciudad ha rechazado la última propuesta planteada por el gobierno municipal, Irabazi insta al gabinete Urtaran a asumir sin demora la gestión directa del servicio de limpieza y recogida de residuos. “Hemos esperado dos meses y, como ya avanzamos en febrero, a la empresa no le interesa continuar con el contrato. Desde Irabazi continuamos exigiendo al gobierno que inicie los trámites para asumir la gestión directa del servicio. El gobierno ya no tiene excusas para continuar de la mano del cártel de la basura, encabezado por FCC”, subraya el concejal de la formación de izquierdas.
Por su parte, desde Podemos, coincidiendo con la moción sobre remunicipalización de servicios que ayer defendió en el Pleno, volvieron a mostrar su preocupación por que las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno de Rajoy entorpecen a los ayuntamientos que quieren prestar servicios de forma directa. Su moción no salió adelante en su conjunto, pero sí una parte de ella. En concreto, la relativa a que el Pleno de Vitoria insta al Gobierno central a que elimine la tasa de reposición que limita la contratación pública por parte de las administraciones, y a que libere los recursos a los ayuntamientos donde se prestan los servicios para la ciudadanía como le exige la Carta Europea de Autonomía Local. Todos los grupos votaron ayer a favor, salvo el PP que lo hizo en contra. “Nos esperábamos la posición del PP, pero no la del PSE en lo que toca al primer punto, porque es el que realmente supone la traba en el proceso de remunicipalización. Con todo, hemos conseguido que el Pleno se muestre en contra de la tasa de reposición”, valora la formación morada.
El concejal de Medio Ambiente afirma que ahora corresponde una salida negociada, en coherencia con el acuerdo alcanzado entre la UTE y el Ayuntamiento el pasado mes de marzo. A partir de ahora, el Consistorio trabajará en la posible rescisión del contrato, tras negarse la empresa a readmitir a los cinco despedidos.
Para el edil de EH Bildu, “hay que tener firmeza ante la chulería y el desprecio de esta empresa a los ciudadanos y trabajadores”. La coalición propone romper el contrato con la UTE y solicitar un informe sobre las posibles afecciones que puede conllevar esta actuación a las arcas municipales.
El portavoz del grupo municipal de Podemos se mostró satisfecho porque su formación consiguió sacar ayer adelante en el Pleno esta parte de su moción que pretendía no entorpecer la municipalización del servicio. Después de conocer que FCC no va a cumplir el contrato, se pregunta si Urtaran va a permitir que el servicio se siga gestionando mal o que caiga en nuevas manos privadas.
Para el portavoz municipal de Irabazi “ya no hay excusas para continuar de la mano del cártel de la basura”. Recuerda que Vitoria ya ha esperado dos meses “y a la empresa no le interesa continuar con el contrato”.
340
Son los trabajadores actuales de la plantilla, de los 364 necesarios. El último pliego, que incluía una mayor auditoría y un compromiso de pagar por los servicios prestados, se puso en marcha en junio de 2015. Éste desveló que FCC no realizaba el 4% de los trabajos comprometidos, es decir, un millón de euros en un año por no realizar su trabajo.