vitoria - Agradecido y con continuos homenajes y recuerdos a sus inicios en la capital alavesa, el director de orquesta Juanjo Mena recogió ayer en Artium la Medalla de Oro de Álava concedida por la Diputación por “una impecable trayectoria que le ha llevado a convertirse en un referente mundial en su campo, llevando el nombre de Álava a los más prestigiosos escenarios del planeta a la cabeza de las mejores orquestas sinfónicas”.

El diputado general, Ramiro González, puso a Mena como ejemplo por su “trayectoria como embajador de los valores culturales y sociales del territorio” y muestra de aquellos alaveses que están “relanzando nuestro territorio y poniendo a Álava en el mapa mundial”. “Juanjo Mena, nuestra Medalla de Oro, es un ejemplo diáfano de ello. Hay muchos otros y otras, pero permítanme que hoy identifique ese orgullo y ese talento en su figura”, apuntó el mandatario foral.

En su discurso, el maestro vitoriano tuvo recuerdos para muchas de las personas que le ayudaron en sus inicios y que, de una forma u otra, contribuyeron a que la capital alavesa impulsara la cultura y la música entre los jóvenes de la provincia.

Recordó sus orígenes en el Colegio Samaniego con Antxon Lete y tuvo también palabras para José Ángel Cuerda, que se encontraba entre el público. Sobre su trabajo, Mena definió su labor como “un intercambio de energías mediante la música”, además de recordar también a su padre, Juan Ramón Mena. Nacido en Vitoria en 1965, Mena dio sus primeros pasos musicales en el Conservatorio de la capital alavesa, donde estudió clarinete con Juan Laorden y armonía y composición con Carmelo Bernaola.

Posteriormente fue profesor de clarinete del propio Conservatorio y director de la orquesta de alumnos, además de fundar y dirigir el Coro Cluster, dedicado fundamentalmente a la música contemporánea, y el Grupo Instrumental Jesús Guridi. También fue director durante varios años de la Joven Orquesta de Euskal Herria EGO, así como director asociado de la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

diputado general Además de la entrega de la Medalla de Oro, como cada año el discurso del diputado general de Álava estuvo dedicado también a analizar el presente y futuro del territorio durante la recepción a la sociedad alavesa con motivo de la festividad de San Prudencio. Una actualidad que en este momento tiene a los futuros cambios en la fiscalidad como protagonistas.

En su texto, Ramiro González, rechazó que el debate sobre un ajuste del actual sistema fiscal de Euskadi se centre en el Impuesto de Sociedades y en si “las empresas deben pagar más o menos impuestos”. El mandatario foral destacó la importancia del valor de la estabilidad política y fiscal para la recuperación económica. “La fiscalidad está sometida a modificaciones, pero no debe estar sometida a un vaivén de cambios que dependa de la coyuntura electoral o de la necesidad puntual de obtener una mayor recaudación en un plazo breve”, sentenció.

González recordó que en 2013 las tres haciendas forales aprobaron una reforma fiscal que pretendía garantizar la recaudación suficiente para mantener unos servicios públicos de calidad y “constituirse en un elemento que ayudase en la recuperación económica”. “Acabamos de realizar la evaluación de aquella reforma y podemos decir que ha funcionado y ha servido para lograr los dos objetivos previstos”, añadió. Tras esa evaluación, según González, “ha llegado el momento de decidir qué modificaciones son necesarias”, unos cambios que deben mantener los dos objetivos de la anterior reforma y respetar el principio de “progresividad y armonización”.

Además, el diputado general advirtió de que el “alto nivel de desarrollo humano al que ha llegado Euskadi ni se alcanza ni se mantiene sin recursos”, por lo que hay que ser “consecuentes” a la hora de afrontar cualquier modificación normativa que debe “garantizar un nivel suficiente de ingresos que permita continuar avanzando en las políticas públicas”.

En este debate, dijo el diputado general de Álava, se ha producido “una simplificación, sobre todo en lo que se refiere al impuesto de sociedades. Se plantea si las empresas deben pagar más o menos impuestos”. “Ese no debe ser el objeto del debate, porque no todas las empresas son iguales y porque no todas están en la misma situación ni tienen las mismas prácticas”, subrayó. A juicio de González, finalmente, las administraciones deben “facilitar la competitividad de las empresas y también la instalación de nuevas actividades”.

Medalla de Oro. Juanjo Mena recibió ayer en Artium la Medalla de Oro de Álava, que la Diputación Foral concede cada año a un representante de la sociedad alavesa.

Recuerdo. El director emocionó a los asistentes con su discurso, en el que tuvo recuerdos para todas las personas que le ayudaron y acompañaron en sus inicios en la capital alavesa.

Trabajo. El diputado general puso en valor el trabajo de Mena como alavés que “pone a Álava en el mapa mundial”.