vitoria - Dentro de las actuaciones encaminadas a la reducción de costes en la actividad diaria del Ayuntamiento, la extensa flota de 320 vehículos municipales, sin contar los autobuses de Tuvisa ni los de la contrata de limpieza de FCC, ha contribuido en los dos últimos ejercicios con una reducción del 28% de gasto en carburante. La institución municipal gestiona un extenso parque móvil, integrado por vehículos propios y de alquiler, propulsados tanto por las energías fósiles tradicionales, gasolina y diesel, como por otras más modernas como el Gas Licuado del Petróleo (GLP) y el Gas Natural Comprimido (GNC). Hoy en día, del consumo de total de carburantes que lleva a cabo la flota municipal, un 80,7% de ellos funcionan con combustible diesel y un 17,5% son propulsados con motores de gasolina. El resto de la flota lo compone un insignificante porcentaje de vehículos (1,8%) que circulan con modernos componentes como son el gas licuado de petróleo y el gas natural comprimido.
263.000 litros en 2016 Durante el pasado ejercicio la circulación de esta cantidad de coches, camiones, motos, autobuses o furgonetas supuso un gasto de 264.223,96 euros y un consumo total de todos ellos que se elevó hasta los 263.736,81 litros en los doce meses. La cantidad económica se ha reducido en ese 28%, tomando como referencia los 355.641 euros gastados en el año 2014 en una flota que era de un vehículo más que los 320 del pasado año. Ese porcentaje del descenso en el gasto de carburante tiene un reflejo directo en la diferencia de 15.248 litros de menos consumidos con respecto a las cifras de hace dos ejercicios. Esa cantidad de menos carburante, traducida en dinero supuso ahorrar un total de más de 90.000 euros, tomando como referencia los gastos del ejercicio 2014.
El descenso en la partida económica es notable en los últimos ejercicios en el gasto referido a carburantes. Si en 2016 se destinaron un total de 264.000 euros a este fin, hay que retroceder cinco años para comprobar cómo en el ejercicio 2011 fueron 375.000 euros los gastados en esa partida. A lo largo de los datos de estos últimos seis años de gastos y consumos a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el ejercicio con mayor desembolso fue el de 2013, en el que se bordeó la barrera de los 400.000 euros de gastos en gasolina y diesel. Fueron concretamente ese año 391.102 euros. Ahí está fijado el tope de gasto en los últimos años. Desde hace tres ejercicios, se asiste a una bajada sostenida que ya sitúa por debajo de los 300.000 euros cada año.
Hace escasas fechas, el Ayuntamiento ha sacado a concurso un nuevo contrato para suministrar los carburantes a toda esa flota de vehículos, con un precio inicial de 300.000 euros, y que puede ser rebajado por cualquiera de las firmas que opte a ganar la licitación.
A la hora de tomar medidas para reducir tanto el gasto general como los litros finales en cada año, el descenso en el total de la flota ha sido una de las razones. Se ha pasado de las 396 unidades de hace siete años, a las citadas 320 del finalizado ejercicio. Se ha implantado también la utilización de la tarjeta con banda magnética a la hora de efectuar los repostajes, aunque sin embargo una de las medidas que más ha contribuido es el compartir el coche interno en aquellos servicios municipales donde es posible, sin necesidad de recurrir para la gestión de la flota a contrataciones externas para el desplazamiento de los funcionarios.
reducción de precios Además, el descenso en el capítulo económico ha tenido otra causa fundamental en la notable reducción de los precios de los carburantes. Hace dos años, un litro tanto de gasolina como de gasoil tenía un coste de 1,27 euros, mientras que en 2016 se redujo ese precio hasta llegar al euro. Lo mismo sucedió con el combustible alternativo del GLP, que redujo su precio desde los 0,74 céntimos a los 0,59 en el mismo periodo de tiempo.
El coste de los diferentes tipos de combustible es el factor que determina los vaivenes en esta partida municipal que supone un notable desembolso para las arcas. A lo largo de esta década se han atravesado años de elevada carestía en las tarifas que ha supuesto un crecimiento del gasto. En 2012 se llegó a tocar techo en cuanto al coste de los combustibles, con 1,33 euros por cada litro de gasolina y gasoil. Su consecuencia directa fue el fuerte incremento en la partida de ese ejercicio hasta los 371.838 euros para abonar la cantidad total de 278.107 litros que llegaron a consumir la flota de 325 vehículos municipales de ese año. Desde esa fecha los precios han ido registrando un paulatino descenso hasta llegar al euro por litro en el año 2016 tanto en la gasolina de 98 octavos como en el diesel.
En el caso del Gas Licuado del Petróleo (GLP), su consumo en la flota municipal se introdujo en el año 2013 y también a lo largo de estos cuatro primeros años de utilización, su precio se ha reducido. Se empezó abonando 0,83 euros, mientras en 2016 se abonaron solo 0,59 céntimos, con una sensible reducción de 24 céntimos para un total de coches que son solo el 1,8%.
21.900 litros mensuales. Llenar el depósito de los 320 vehículos de la flota supuso durante el 2016 un total de 21.978 litros. El consumo medio de cada uno de ellos fue de 68,68 litros.
Reducción de precios. La sensible bajada de precios que han sufrido los combustibles es la causa que ha motivado el descenso en estos dos años. Gasolina y diesel se facturaron a un euro por litro en 2016 y en 2012 se llegaron a abonar 1,33 euros.
El alcalde alaba los pasos para reducir el consumo de combustibles fósiles para una ciudad como Vitoria, comprometida en la lucha contra el cambio climático desde hace varias décadas.
320
Vehículos tiene el parque municipal. La gran mayoría de la flota, en la que no se incluyen los autobuses de Tuvisa ni el parque de FCC, son en propiedad, aunque en los últimos años se opta por el renting, como en los vehículos de Policía Local. El 80,7% son diesel, con gasolina se mueven el 17,5% y solo el 1,8% son de propulsión diferente a las habituales fósiles.