VITORIA. El Juzgado de lo Penal número 1 de Gasteiz ha considerado que el acusado es autor de un delito consumado de violencia familiar habitual contra sus dos hijos, un niño de 9 años y una niña de 4 cuando ocurrieron los hechos.

Además le condena por un delito de maltrato sobre su hijo, ya que estima que el "indignante episodio de la ventana" debe ser calificado de forma autónoma, por lo que le impone un total de 2 años y 3 meses de cárcel, que no pueda aproximarse a los menores durante 4 años y 8 meses y que no lleve armas durante 4 años.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera probado que este hombre sometió a sus dos hijos entre 2013 y 2014 a "castigos injustificados tales como tumbarlos en la cama boca abajo con la ropa bajada para recibir azotes", muy especialmente a su hijo, al que daba collejas, tirones de orejas, le retiraba durante meses sus juguetes o los cromos de fútbol que apreciaba, todo ello en "un peculiar sistema de puntuación premio-castigo" en el que utilizaba chinchetas verdes y rojas.

Además, a principios de 2013, debido a que el niño y un amigo suyo fueron amonestados en el colegio, el encausado, al escuchar a su hijo el argumento de que era el compañero el que le había incitado, sacó al niño por la ventana de un séptimo piso de forma que podía ver el suelo y le preguntó: "¿Qué? ¿Si tu amigo te dice que saltes también lo harías?", señala el fallo judicial.

Los castigos del padre concluyeron en 2014 ya que tras ser condenado en julio por maltrato habitual, lesiones, maltrato familiar, amenazas y coacciones a su esposa, ésta presentó tres meses después, en octubre, una denuncia por malos tratos a sus hijos y el juzgado prohibió al padre que se acercara a ellos, aunque la Audiencia de Araba estableció posteriormente un régimen de visitas supervisadas.

La sentencia considera "puro ejercicio del derecho de defensa" la declaración del acusado, quien dijo que tenía con sus hijos una "relación normal", y tampoco considera "decisivo" el testimonio de la madre por su "clara animadversión" hacia su actual exmarido.

Sin embargo, sí da credibilidad a las palabras del niño, quien "con espontaneidad" relató "el régimen opresivo" que imponía su padre y que le hacía vivir con "miedo", incluso en las visitas vigiladas posteriores que tenían con su progenitor.

El juez destaca que daba un "trato degradante" a los niños y que la madre lo toleró durante esos dos años porque ella misma era víctima de violencia machista.

La Fiscalía pedía 4 años de cárcel, al igual que la acusación particular que ejerce la madre de los pequeños por cuatro delitos de maltrato, uno de ellos habitual, pero el Juzgado finalmente ha considerado que todo lo ocurrido es un delito consumado de violencia familiar habitual y de otro de maltrato hacia el hijo por el episodio concreto de la ventana.