VITORIA - Cuatro años después de una reinvención con la adecuación a los nuevos tiempos, la Plaza de Abastos trabaja por convertirse en referente para quienes acuden a la ciudad, pero todo pasa por una mayor implicación.
A la feria de Fitur 2016 acudieron junto con el Ayuntamiento, y este año no fueron de la mano. ¿A qué se debió?
-Para este año no nos llamaron y espero que para la próxima edición ya nos llamen. Se que en la página web municipal se ha incorporado toda la información referida a la Plaza de Abastos y me parece positivo. Ahora estamos en la situación de que nos toca a nosotros dar un paso más. En la reunión última con los comerciantes les dije que hay que apostar por la promoción y publicidad del mercado para conseguir ese añadido de clientes que nos hace falta.
La reforma exterior se enmarca en el plan de revitalización comercial del centro. ¿Ha sido tan acusado ese descenso tras la huida de varias oficinas?
-En el momento en el que desaparecieron de la calle Postas las oficinas de la Seguridad Social, fue una puntilla más para que se percibiera el descenso del número de personas. No tanto en esta zona del barrio de Desamparados, porque esta parte conserva bastante vida comercial, sino en la propia calle Postas y otros lugares como la calle Dato o San Prudencio. El Ayuntamiento debería apostar también por el turismo de compras. No tiene sentido que gente de Vitoria se marche a Donostia o Bilbao a hacer las compras de moda, cuando aquí tenemos tiendas de calidad y que igual hay que ayudarlas a que se abran. Sería un poco poder utilizar la fórmula empleada en el mercado de reinventarse o morir.
Con tanto cambio y reforma lo que está descartado es que los productores vuelvan a recuperar su ubicación en la parte delantera del edificio.
-Es una cuestión tan simple como que no tienen cabida con el número de productores que hay en la actualidad. Además, se le suma la cuestión de las salidas de emergencia que debe tener el recinto. La parte delantera del edificio debe mantenerse despejada y libre de cualquier obstáculo, por si en un momento de emergencia hubiera que proceder a un desalojo inmediato por la causa que fuera. - Jose L. del C.