vitoria - Milán, la segunda capital más poblada de Italia, está únicamente a una hora de Bérgamo, por lo que esta urbe puede ser la escapada perfecta para todos los gasteiztarras que quieran acercarse hasta la capital empresarial y de la moda del país de la bota.
La opción más económica para llegar es el autocar, ya que el tren es una opción más engorrosa, al tener que coger un autobús en el aeropuerto para llegar a la estación central de Bérgamo, donde sale cada hora un ferrocarril hacia Milano Centrale por 5,50 euros, con un recorrido de 48 minutos.
Tres son las compañías privadas de autobús (Austostrasdale, Terravisión y Orio Shuttle) que enlazan el aeropuerto con la Estación Central de Milán, una de las terminales más monumentales de Europa. Lo hacen por cinco euros, con dos frecuencias por hora.
Una vez en la Estación Central de Milán, no habrá problemas para moverse por la ciudad, al tener cerca tanto las paradas de metro (Centrale), como del tranvía. La línea amarilla del suburbano es la que lleva a los principales atractivos turísticos. Una de las visitas imprescindibles es a su catedral (metro Duomo). Se trata de un enorme templo gótico, en el que son habituales las largas colas para acceder a él. Si bien, uno de los mejores recuerdos es el de subir a su terraza panorámica (13 euros, si se escoge ir en ascensor y 8, si es por las escaleras), donde se puede caminar sobre su tejado y contemplar las mejores vistas de la ciudad. Al lado del duomo está la Galleria Vittorio Emanuele II (siglo XIX), donde se encuentran firmas de moda no aptas para todos los bolsillos. Y una oficina de turismo en su interior, donde su personal atiende con total amabilidad.
Casi enfrente está el Teatro alla Scala (entrada: siete euros), uno de los recintos de ópera más famosos del mundo, donde han actuado artistas de la talla de María Callas.
Construido como fortaleza durante el siglo XIV, el castillo Sforzesco (metro Cadorna) es uno de los monumentos más emblemáticos de Milán, con múltiples museos. Su entrada es gratuita, pero entrar en las pinacotecas cuestan cinco euros.
Inolvidable es también contemplar de cerca La última cena, de Leonardo da Vinci, una de las pinturas más famosas del mundo. Se encuentra en la iglesia de Santa María delle Grazie (metro Conciliazione y Cadorna). Hay que reservar la entrada con antelación, porque las visitas están limitadas al día (Viva Ticket) y se agotan pronto. No vaya los lunes porque cierra.
Por último, no olvide pasear por el cuadrilátero de la moda (metro Montenapoleone), ubicado a pocos pasos del Duomo, entre las vías Montenapoleone, Alessandro Manzoni, della Spiga y Sant’Andrea, donde se encuentran grandes diseñadores, como Dolce&Gabanna o Versace. - A. Salazar