Vitoria - El ultimátum que dio Urtaran a Tánger para que presentara el contrato de un arquitecto que se encargue del proceso de rehabilitación del Álava-Esquível, del que es su actual propietario, acabó ayer y, de momento, eso es lo único claro que tienen los vecinos de Herrería, quienes lamentan el penoso estado de esta edificación. Mientras tanto, Ayuntamiento y Diputación, después de la resolución del pasado 11 de enero del Ararteko, parece que ya han tomado cartas en el asunto y ya han visitado dos días el edificio (15 y 23 de febrero). El objetivo, según dio a conocer ayer la diputada de Cultura, Igone Martínez de Luna, “es establecer una ficha individual del diagnóstico del palacio para determinar las actuaciones que se puedan hacer contra el dueño y tomar las medidas necesarias”, anunció en las Juntas Generales, tras la pregunta del procurador Kike Fernández de Pinedo (EH Bildu) para conocer las actuaciones del departamento foral de Cultura, “a la vista del estado del edificio”.
Pese a ello, el palacio renacentista sigue a la espera de que el Ayuntamiento de Vitoria se pronuncie , previsiblemente hoy, sobre si la ciudad marroquí, actual propietaria de este inmueble, catalogado como Bien Cultural, ha cumplido con esta premisa, para presentar el citado proyecto de intervención a fin de tener también “antes del 30 de junio de 2017” la correspondiente licencia municipal para las obras que se vayan a desarrollar en el vetusto edificio, según manifestaron ayer fuentes del gabinete del alcalde.
Ayer, el departamento municipal de Urbanismo, preguntado por este periódico, no concretó si ha recibido alguna notificación a la espera de que Urtaran ofrezca detalles en la rueda de prensa de los viernes sobre si ha recibido o no noticias de Tánger. Pero, sobre todo, para que la comparecencia de Urtaran aclare las posibles acciones que el Consistorio gasteiztarra decida tomar, en caso de que la promesa de la ciudad marroquí se haya quedado sólo en buenas palabras. En concreto, estas medidas pasan por una expropiación, como piden los grupos municipales EH Bildu y Podemos, una sanción o pasar la factura de toda la reforma, después de que las instituciones alavesas actúen de forma subsidiaria.
ararteko No en vano, el Ararteko, el pasado 11 de enero dictó una resolución acerca de la petición vecinal de intervención en el palacio Álava-Esquível, en la que concluía que Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamientos deben establecer “mecanismos más importantes” para proteger y defender un patrimonio cuyo estado esté en riesgo. Este caso es el de este palacio del siglo XV, que pertenece a Tánger, a quien corresponden los gastos de mantenimiento, a pesar de que el edificio se encuentra en un evidente estado de deterioro.
Desde 2007 hay diferentes resoluciones del Ayuntamiento de Vitoria para instar al protectorado de Tánger a ejecutar las obras de reforma. “En 2013, la arquitecta municipal hace una inspección y dice que la ciudad marroquí debe acometer las patologías del edificio. Se puso una visera en la zona superior, después de que se desprendieran algunos elementos y luego se colocó la red actual. Después ha habido una visita de un representante de Tánger y no se ha hecho nada”, censura el juntero de EH Bildu, Fernández de Pinedo, para quien “continuamente se repite la misma historia”.
Visitas al palacio. La diputada de Cultura, Igone Martínez de Luna, anunció ayer, tras la pregunta de EH Bildu para saber las actuaciones en el edificio, que los pasados días 15 y 23 de febrero, Ayuntamiento de Vitoria y Diputación visitaron Álava-Esquível para diagnosticar el estado del inmueble y ver posibles actuaciones.
Ultimátum de Urtaran. Ayer acabó el plazo dado por el alcalde para que Tánger presentara el contrato de un arquitecto que se encargue de la rehabilitación.