la Sanidad alavesa afronta un ejercicio clave dentro de su ambicioso proceso de reordenación y modernización, que en los años recientes ha tenido como hitos principales la fusión de Santiago y Txagorritxu bajo la marca Hospital Universitario de Álava (HUA) y una dirección única, la construcción del nuevo edificio de consultas externas junto al centro de José Atxotegi o, más recientemente, la creación de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Araba, fruto de la convergencia de la propia asistencia hospitalaria con la primaria. La construcción del nuevo edificio de servicios generales de Txagorritxu, que arrancará en abril con el derribo de parte del edificio clásico del hospital, será el siguiente paso de calado dentro del macroproyecto sanitario que el Gobierno Vasco viene desarrollando desde hace dos legislaturas. 50 millones de euros de inversión, 30 meses de obra civil y un plazo por definir para equiparlo harán posible una infraestructura que abrirá sus puertas en 2020, si los plazos se cumplen, y que dará cabida a las nuevas y ampliadas Urgencias del centro, los quirófanos, el Bloque Obstétrico o su flamante Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Con sus vaivenes y modificaciones respecto al proyecto inicial trazado por el exconsejero socialista Rafael Bengoa, con las recurrentes críticas de los representantes de los trabajadores por la escasa participación que la parte social ha tenido en el proceso, el plan avanza inexorablemente y nadie duda ya a estas alturas de que está marcando un antes y un después en la Sanidad alavesa, para bien o para mal. Quedan atrás, y al menos por unos cuantos años en el cajón, proyectos como la construcción de un tercer hospital en Gasteiz o la conversión de Santiago en un centro de media y larga estancia para pacientes crónicos y frágiles, al estilo del de Leza, como se había proyectado el HUA en un principio.
Los sindicatos siguen insistiendo en que el centro de la calle Olaguíbel ha sido “vaciado de contenido” desde que el proyecto se puso en marcha entonces, allá por 2010, cuando incluso nació la activa Plataforma en Defensa del Hospital Santiago. Y aunque la realidad tiene muchos prismas, el histórico hospital se está configurando finalmente como un centro mixto, reorientado eso sí hacia el paciente crónico y paliativo, pero conservando a su vez gran parte de los servicios clásicos de una infraestructura de agudos, como las Urgencias, la UCI o los quirófanos. Los mismos que, con su ampliación, Txagorritxu verá potenciados y modernizados para asentarse como el hospital de referencia para este tipo de pacientes en Álava. He aquí un pequeño repaso de lo que ya se ha hecho y de lo que queda por hacer en las tres patas del HUA, las dos sedes hospitalarias y el ya mencionado edificio de consultas inaugurado en 2013.
Que Txagorritxu se ha quedado pequeño para dar respuesta a las necesidades de salud de una población cada vez más envejecida como la alavesa es una realidad ya incontestable, que cada cierto tiempo se manifiesta de forma más clara en forma de colapsos en sus servicios de Urgencias o largas esperas para ingresar en el hospital. La ampliación del centro, que según el consejero de Salud, Jon Darpón, será capaz de satisfacer las demandas de los alaveses para los próximos 25 o 30 años, avanza un nuevo futuro para Txagorritxu, que por otra parte deberá lidiar con la renovación de una plantilla madura que pronto afrontará una cascada de jubilaciones.
Gracias a la centralización de las consultas externas de Txagorritxu y Santiago en el nuevo edificio y la consiguiente liberación de espacios, el centro de José Atxotegi ha podido estrenar en esta zona de su planta baja sus nuevos Hospitales de Día Médico y Onco-Hematológico, que han triplicado la capacidad de los anteriores servicios, y una nueva Unidad de Rehabilitación Cardiaca que duplica el espacio del anterior gimnasio. Sin embargo, lo que reforzará a Txagorritxu como el gran centro de agudos de Álava no será otra cosa que la construcción del flamante edificio de servicios generales. El bloque se ubicará sobre el parking actual, que en un futuro será sustituido por otro soterrado, en el espacio ocupado hasta ahora por la Rehabilitación, ya centralizada en Santiago, la Unidad Neonatal, reubicada provisionalmente dentro del viejo edificio, o las unidades del Sueño o Neurofisiología, trasladadas también a Santiago.
La construcción del nuevo edificio, tras el derribo requerido, arrancará ya en verano y supondrá la eliminación de las más de 300 plazas de aparcamiento del hospital, que serán subsanadas con la habilitación de dos parkings provisionales en el entorno y, en una primera fase, el soporte del estacionamiento de la estación de buses. Un trastorno que se unirá a los que puedan sufrir los pacientes del hospital debido a las obras, pero que darán como feliz resultado un moderno edificio de seis plantas con 20 consultas y 67 boxes de Urgencias, más del doble que los 28 actuales, 21 quirófanos repartidos entre el Bloque Quirúrgico y el Obstétrico, una UCI con 31 puestos y una Unidad Neonatal con 20 puestos y espacio adicional para su futuro crecimiento. No hay rastro, al menos por ahora, de la Unidad de Reproducción Asistida prometida en un principio en este equipamiento.
El plan director del HUA marca en fases posteriores la reforma del ala sur de Txagorritxu para conectarla al nuevo bloque de servicios generales, la edificación de un bloque industrial y, más adelante, la reforma de todas las áreas de hospitalización, que en principio contarán con 518 camas.
El centenario hospital de la calle Olaguíbel, que en un futuro contará con 317 camas para pacientes agudos, crónicos, paliativos y convalecientes, ha visto emerger en sus instalaciones nuevos servicios que refuerzan ese perfil mixto que los gestores sanitarios le quieren imprimir.
La vieja área de consultas externas, colindante con la calle La Paz, ha sido ya reemplazada tras su liberación por el nuevo servicio de Rehabilitación del HUA y renovados gimnasios, a cota cero. También en ese pabellón B, en la primera planta, se han centralizado el nuevo Centro Oftalmológico del hospital, en el que Lakua ha invertido 1,5 millones de euros, la Unidad del Sueño -en la segunda-, Neurofisiología -en la tercera-, Cuidados Paliativos -cuarta- o Enfermedades Crónicas -quinta-, dentro del área de Medicina Interna. Aunque por el momento estas dos últimas unidades sólo suman 30 camas específicas, la liberación de espacios en el centro permitirá alcanzar en los próximos años las 100 y acabar con los desplazamientos masivos de pacientes crónicos y complejos al Hospital de Leza. En la séptima seguirá ubicándose uno de los servicios que más prestigio ha dado siempre a Santiago, Psiquiatría, que se centra en la atención de crisis agudas y seguirá complementando al Hospital Psiquiátrico -de media y larga estancia- y al también nuevo Centro de Orientación y Tratamiento de las Adicciones o los centros de salud mental de Salburua y Zabalgana.
En lo que respecta al pabellón A de Santiago, que seguirá volcado en la hospitalización de pacientes, la gran novedad es la instalación del Hospital de Día Quirúrgico, que tiene como función principal el ingreso y la preparación de los pacientes en el momento inmediatamente anterior a su paso por el quirófano y está dotado con 30 boxes y otras modernas instalaciones. En su habilitación Osakidetza invirtió también cerca de 1,5 millones de euros.
Más adelante, a Santiago le espera la reforma del acceso al área de Cirugía Mayor Ambulatoria, la adaptación de su servicio de Nefrología y Diálisis, que en su vertiente de hemodiálisis crónica se concentrará en este centro, así como la reforma de todas sus áreas de hospitalización para adecuarse a las nuevas necesidades asistenciales.
El nuevo edificio de consultas externas del HUA abrió sus puertas en junio de 2013 exclusivamente como laboratorio unificado -se ubica en su planta superior- y no comenzó a centralizar las primeras consultas hasta noviembre de ese año, un proceso progresivo que concluyó en abril de 2014 hasta alcanzar su pleno rendimiento. El bloque, en cuya construcción se invirtieron 25 millones de euros, ha logrado asentarse poco a poco pese a los problemas derivados de la fusión de servicios y atiende ya en sus instalaciones a cerca de 3.000 pacientes al día, según los datos aportados por Osakidetza. Al año, un total de 785.000 consultas.
De las 29 especialidades médicas que oferta el bloque de consultas externas, Traumatología, Urología, Oftalmología -que complemente al nuevo servicio abierto en Santiago-, Alergología, Digestivo, Endocrinología y Dermatología son, por este orden, las más utilizadas por los pacientes alaveses y los del Alto Deba, que cabe recordar también pertenecen al área sanitaria de Gasteiz. Hasta el mes de julio del pasado 2016, el nuevo edificio había superado ya los 1,7 millones de usos, entre consultas de especialidades y pruebas complementarias.
Punto de inflexión. La construcción del nuevo edificio de servicios generales del HUA-Txagorritxu, que arrancará en abril con el derribo de parte del edificio clásico del hospital, será el siguiente paso de calado dentro del macroproyecto de reordenación y modernización de la red de Osakidetza que el Gobierno Vasco viene desarrollando en Gasteiz desde hace dos legislaturas. Un punto de inflexión para el centro que asumirá el peso de la atención a los pacientes agudos en el territorio.
Reorientación de Santiago. La otra gran pata sobre la que se sustenta el HUA junto al edificio de consultas externas, Santiago, mantendrá servicios clásicos de un hospital general como los quirófanos, las Urgencias o la UCI, pero avanza ya en su reorientación hacia el paciente crónico y frágil. Por el momento, el centro ha centralizado el servicio de Rehabilitación del HUA, el Centro Oftalmológico, Neurofisiología o la Unidad del Sueño, ha estrenado su nuevo Hospital de Día Quirúrgico y también dos unidades de Crónicos y Paliativos.
Consultas externas. El edificio abrió sus puertas en junio de 2013 exclusivamente como laboratorio unificado y no comenzó a centralizar las primeras consultas hasta noviembre de ese año, un proceso progresivo que concluyó en abril de 2014 hasta alcanzar su pleno rendimiento. El bloque ha logrado asentarse poco a poco pese a los problemas derivados de la fusión de servicios y atiende ya en sus instalaciones a cerca de 3.000 pacientes al día.
El consejero vasco de Salud se expresó así durante la presentación, este pasado lunes, del nuevo edificio de servicios generales del HUA-Txagorritxu.
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Camas tendrá el Hospital Universitario de Álava (HUA) cuando concluya todo el proceso de integración y modernización de la red local, según marca el plan director del centro. 518 en Txagorritxu para pacientes agudos y críticos y otras 317 en Santiago para agudos, crónicos y convalecientes.