mientras los mayores asistían a la jornada informativa sobre la introducción del águila Bonelli en Montaña Alavesa, el Parketxe de Izki, en el pueblo de Korres, recibía a una pléyade de niñas y niños deseosos de descubrir los secretos de la naturaleza que les podía facilitar esta instalación.

Para ellos se habían previsto talleres infantiles con diferentes propuestas según los grupos de edad, que se repartieron por la sala de usos múltiples y por la propia sala de exposiciones. Para ellos hubo muchas actividades, coordinadas por las monitoras que les acompañaron en todo momento, como un juego sobre la cadena trófica, donde cada txiki se ponía en el papel de una planta o animal, y expresaban los desajustes ecológicos que se producen cuando un eslabón desaparece. Hubo también talleres de reconocimiento de huellas y rastros de animales del entorno o manualidades con plumas y se intentó, incluso, instalar comederos para aves en el parque, aunque al haber finalizado la charla para los mayores, los niños se quedaron sin esa actividad.

El Parketxe de Izki, en Centro de Interpretación del Parque Natural del mismo nombre, es un espacio al que se puede acudir a lo largo de todo el año, en horario de 10.00 a 19.00 horas del 1 de abril al 30 de septiembre, y de 9.00 a 15.00 entre semana y de 10.00 a 18.00 horas los fines de semana y festivos, del 1 de octubre al 31 de marzo. Los lunes de todo el año permanece cerrado por descanso del personal, salvo los que sean festivos o puentes.

El área de exposición permanente muestra la gran riqueza natural y cultural de este espacio protegido a través de un recorrido virtual por las murallas de Antoñana, la inmensidad del robledal de Izki o los roquedos de La Muela. Dirigida a todos los públicos, la exposición cuenta con elementos interactivos que explican la geología, los ecosistemas y los usos y costumbres de los habitantes de la zona de Montaña Alavesa. Los más curiosos podrán conocer las aves acuáticas del entorno a través de un peculiar telescopio, oler las flores de los pastos altos, o poner a prueba su oído para saber si son capaces de identificar los sonidos más característicos de la fauna de la zona.