villabuena - Bodegas Izadi ha sido premiada por la comunidad forera internacional de habla hispana Verema como la mejor bodega del año, y el próximo fin de semana, en un acto que se desarrollará en Valencia se entregará este premio que reconoce sus éxitos y buen hacer durante el año pasado. Los premios Verema son otorgados por los foreros y participantes habituales de esta gran comunidad de aficionados al mundo del vino y de la gastronomía, que durante unas semanas del mes de febrero han votado a sus favoritos. Por tanto, el valor de estos premios supone un gran reconocimiento por parte de los consumidores finales y de los profesionales del canal Horeca a los nominados en cada sección.

El reconocimiento ha llenado de orgullo a Lalo Antón, tercera generación de bodegueros, como lo fue su abuelo y después su padre, ya que “éste es un premio que tiene una gran notoriedad, sobre todo, para la comunidad de consumidores de vino independientes no profesionales, porque la plataforma Verema es la mayor del vino a nivel mundial de habla hispana”, en su opinión.

comentarios positivos Cuenta que el procedimiento que sigue Verema es completamente independiente. “En función de los comentarios que la gente de la comunidad hace sobre vinos y bodegas ven quiénes han tenido mayor número de comentarios y proponen ciertas candidaturas. En la categoría Mejor bodega del año fueron diez las elegidas. A partir de ese momento se abrió la candidatura y toda la comunidad de seguidores de todo el mundo (México, Puerto Rico, Colombia, España etc.) votan cuáles les gustan. Y entre esas diez fuimos nosotros los elegidos”, explica. “Para nosotros fue una sorpresa el mero hecho de que fuéramos nombrados entre los diez, porque no lo esperábamos. No hicimos nada. Es algo que salió en función de los comentarios positivos que fueron haciendo en el foro”, indica el máximo responsable de este grupo bodeguero.

Antón se muestra orgulloso por el premio recibido, que “demuestra que estamos haciendo las cosas bien”, y asegura que el grupo no se están durmiendo en los laureles. Por el contrario, “en esta bodega, que es la semilla, el origen del grupo, hemos dado una vuelta de tuerca más para hacerlo cada vez mejor y tenemos un plan estratégico detrás, diseñado para cinco años, con lanzamiento de nuevos productos, adaptaciones de estilo, internacionalización, potenciación del enoturismo y renovación de todas las instalaciones”. Iniciativas todas ellas, en su opinión, “que están dando qué hablar”.

Antón pone de ejemplo lo sucedido con un rosado rompedor, Larrosa, que comenzaron a elaborar hace cuatro años, cuando los rosados no estaban de moda, y se convirtió en el mejor rosado de España: “Y hemos abierto un nicho que muchas bodegas lo están siguiendo”.

recuperar variedades Izadi, además, está muy implicada en recuperar variedades de vid tradicionales y ancestrales, en la agricultura ecológica, el enoturismo y la gastronomía. Precisamente la gastronomía está en el origen de todos estos proyectos, ya que Izadi “nace con mi padre, Gonzalo Antón, un hostelero de pro. Pero la verdadera razón de que Izadi nazca en Villabuena es por mi abuelo”. Jesús Baigorri era bodeguero y “veníamos aquí todas las semanas a comer las chuletillas al sarmiento con la familia en la bodega del abuelo. Mi padre, que siempre tuvo esa inquietud vinatera, decidió sus dos pasiones: la gastronomía ya la estaba desarrollando y a la del vino le dio forma a través de Izadi. Ése fue el origen de todo el proyecto”, narra. Un proyecto nuevo, porque la bodega de Jesús Baigorri se la quedó su tío cuando falleció el abuelo.

Antón comenta que los beneficios que fue dando Izadi se reinvirtieron en nuevos negocios “buscando ubicaciones singulares y control total de la materia prima” (el viñedo). Por eso, en Ribera de Duero fueron a la milla de oro, donde están Vega Sicilia y otras bodegas. Compraron cien hectáreas de viñedo viejo y edificaron la bodega en el centro: Finca Villacreces, con un vino muy mediático, Pruno, que ha sido premiado varias veces como el mejor vino del mundo. También fueron a Toro, a través de Bodegas Vetus; a Rueda, a través de Flor de Vetus para, después, regresar a los orígenes, a Rioja Alavesa, a Laguardia, con un proyecto llamado Orben.

Ese último proyecto no se pudo consolidar como bodega física, ya que tras haber comenzado la construcción se tuvo que paralizar la bodega por el Plan Territorial Parcial de Rioja Alavesa. Pero la filosofía sí que se desarrolló a través del viñedo que allí se había adquirido y cuyo vino se elabora en las bodegas Izadi bajo el nombre de Orben.