vitoria - Es arrendataria de una de las viviendas del palacio Álava-Esquível. Ostenta la titularidad de un derecho subjetivo y se siente legitimada para ser parte, como afectada, de las decisiones que las instituciones adopten sobre el inmueble de la calle Herrería, y así lo ha manifestado en reiteradas ocasiones. Conoce cuantas veces en los últimos años el Ayuntamiento de Vitoria ha intentado que se rehabilite el edificio, patrimonio cultural. También “las buenas intenciones” que públicamente muestra el propietario, la ciudad de Tánger, de rehabilitar el palacio. Sin embargo, sólo ve cómo día a día Álava-Esquível se deteriora cada vez más desde hace cuarenta años.
De ahí que, ahora, aprovechando la intervención del Ararteko, esta afectada ha enviado un escrito a la Diputación para que, tanto la entidad foral como el Ayuntamiento de Gasteiz, tengan en cuenta a los vecinos a la hora de realizar cualquier actuación sobre el inmueble, como parte del problema que son. Y es que el defensor del pueblo vasco llama a la Diputación alavesa a que intervenga ya en el palacio Álava-Esquível, como ya adelantó este periódico la semana pasada.
Por grande que sea, el palacio se ha convertido desde hace años en un edificio invisible para los vitorianos que caminan por la calle Herrería. No así para los vecinos cercanos al número 26, que consideran que el lamentable estado de conservación del edificio supone un peligro evidente. Nada se sabe desde que el pasado mes de junio el Ayuntamiento de la ciudad marroquí de Tánger anunciara su intención de acometer obras menores de urgencia en el recinto como paso previo a un futuro proyecto de rehabilitación integral, tras una reunión anterior en enero de 2016 entre el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, y el cónsul de Marruecos para tratar de desbloquear un problema que se ha convertido en un clásico de la capital alavesa. Sin noticias de esas actuaciones que se suponía Tánger iba a acometer para paliar los problemas, los vecinos recurrieron al Ararteko para reclamar una solución.
A la vista de que las continuas reclamaciones al Consistorio gasteiztarra para que tome cartas en el asunto no fueron más allá de alcanzar un compromiso de actuación con Tánger que continúa sin cristalizar, los vecinos solicitan expresamente a la Diputación, en concreto al Departamento de Euskera, Cultura y Deporte, que intervenga en la búsqueda de una solución y exija al propietario que ejecute un plan de rehabilitación. En respuesta, Manu Lezertua ha emitido un informe en el que da la razón a los vecinos y reclama a la Diputación que tome cartas en el asunto al Álava-Esquível un edificio catalogado y calificado como Bien Cultural, al ser parte del Casco Histórico. - D. Ortega