Vitoria. López de Uralde ha comparecido ante los medios de comunicación en Vitoria un día después de conocerse un informe de la Asociación Profesional de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológico (ASTECSN) en el que asegura que algunas de las condiciones que exigía el CSN para emitir un informe favorable para reabrir Garoña no se han cumplido por parte de la propietaria de la central, Nuclenor, participada por Endesa e Iberdrola.
Además, esta tarde comparece en el Congreso la vicepresidenta del CSN, Rosario Velasco, en lugar de su presidente, Fernando Martí, como se había solicitado, un día antes de que el pleno de este organismo se reúna para analizar los expedientes asociados al informe de renovación de la autorización para reabrir Garoña.
Nuclenor decidió en diciembre de 2012 parar la central nuclear burgalesa, la más antigua de España, y posteriormente solicitó su reapertura, aunque para ello el CSN le exigió una serie de requisitos de seguridad como un nuevo sistema de tratamiento de gases, la separación de cables eléctricos y la protección del techo del edificio de turbina, entre otros.
El informe de ASTECSN revela que las mejoras de seguridad exigidas a Nuclenor no se han llevado a cabo, por lo que la emisión por parte del CSN de un dictamen favorable a la reapertura supone asumir "unos riesgos de forma no justificada".
Ante esta situación, el dirigente de Equo ha afirmado que si Nuclenor no ha cumplido con los requisitos "no puede haber un dictamen favorable", por lo que o bien se retrasa ese informe del CSN o bien debe ser negativo.
Ha advertido de que si el CSN avala la reanudación de Garoña, algo que parece probable, el Congreso "tendrá que activar" a los grupos que están en contra de su reapertura, que "son mayoría", para que, a través de una proposición de ley se obligue al Gobierno a su cierre definitivo.
López de Uralde ha lamentado además que el presidente del CSN no acuda hoy al Congreso y que en su lugar comparezca la vicepresidenta que, según ha recordado, está designada por el PSOE.
En este sentido, ha considerado paradójico que la vicepresidenta del CSN nombrada por el PSOE, un partido que defiende el cierre de Garoña, vaya a defender un previsible dictamen favorable a su continuidad.