gasteiz - El Parlamento Vasco exigió ayer el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña y se reafirmó en su postura contraria a la apertura de un almacén de residuos en sus instalaciones. El debate llegó a la Cámara de Vitoria de la mano del PSE-EE, partido que finalmente transó un texto con el resto de grupos, menos con el PP, que se abstuvo. Además de pedir el cierre de Garoña, la Cámara de Gasteiz instó al Gobierno central y a Nuclenor a que inicien “de inmediato” los trámites para el desmantelamiento de la planta, que se desconectó de la red eléctrica en diciembre de 2012.

La propuesta reclamó también al Ejecutivo de Mariano Rajoy que adopte las medidas necesarias para “despolitizar” el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y que cese de su cargo a su presidente, Fernando Martí Scharfhausen. Con esta iniciativa, el Pleno emplaza a los servicios jurídicos de la Cámara a que, en caso de que se reabra Garoña, estudien la posibilidad de acudir a instancias judiciales para impedirlo. Cabe recordar que la Diputación alavesa también anunció este martes que estudia recurrir ante la Justicia europea una eventual reapertura de la central por la falta de transparencia y el “oscurantismo” que están marcando a este proceso.

La propuesta también acuerda dar “los pasos necesarios” para que la energía que se suministra al Parlamento Vasco pase a ser de origen renovable. Para ello, se elaborará un informe técnico sobre la viabilidad de este cambio. Cabe recordar que el pleno del CSN aplazó anteayer hasta la semana próxima la votación del informe técnico que avala la reanudación de operaciones de la central de Garoña a petición de la consejera Cristina Narbona, propuesta por el PSOE. De los cinco miembros con los que cuenta en pleno del órgano consultivo, tres fueron nombrados por el PP, lo que da pistas sobre el signo definitivo de esa votación.

debate Durante el debate en el Parlamento de Gasteiz, la socialista Natalia Rojo reconoció que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “lo podría haber hecho mejor” y haber avanzado en el cierre definitivo de Garoña, y negó que la central sea necesaria para la producción energética española. Además, rechazó que la factura eléctrica sería más barata para los consumidores si Garoña se reabriese.

Desde el PNV, Juan Carlos Ramírez-Escudero también defendió que Garoña “no es necesaria para el sistema eléctrico” y advirtió también de que “cada vez sería más peligroso” que se volviese a abrir “para la seguridad de 300.000 alaveses”.

Por su parte, Mikel Otero (EH Bildu) denunció que el “pasteleo” que hay en los consejos de administración de las empresas propietarias de Garoña -Iberdrola y Endesa- explica la “timidez de algunos partidos” en dar pasos para facilitar su desmantelación y cambiar el modelo energético.

Por parte de Podemos, José Ramón Becerra reclamó que el Parlamento Vasco “tome el liderazgo” en esta materia, tras pedir a los partidos políticos que “aprovechen las puertas giratorias” para “presionar” y reclamar el cierre definitivo de Garoña en los órganos de dirección de las eléctricas.

Los populares consideran, según indicó Carmelo Barrio, que la iniciativa de ayer es “innecesaria por reiterativa”. Además, el parlamentario popular reprochó al resto de grupos que den por hecho que el Gobierno central va a permitir que se reanude la actividad de la central nuclear. Una vez que se conozca el diagnóstico del pleno del CSN, será el Ministerio de Industria, amén de Nuclenor, el que tenga la última palabra sobre la reapertura de Garoña. - Efe / C.M.O.

La impulsora de la iniciativa rechazó que la factura eléctrica vaya a abaratarse.

El parlamentario del PNV aseguró que una eventual reapertura “cada vez sería más “peligrosa” para los alaveses.

El parlamentario ‘popular’, único grupo que se abstuvo ayer, reprochó a los grupos que den por hecho el aval del Gobierno.