Vitoria - La convivencia entre la Policía Local y la Ertzaintza en Vitoria siempre ha sido buena, tal y como lo atestiguan los responsables del Ayuntamiento de Vitoria y los portavoces del Departamento vasco de Seguridad. Pero ha llegado la hora de renovar los acuerdos y de establecer, de forma precisa, las labores y competencias de cada cuerpo. Para ello, el Gobierno Vasco ha remitido al Consistorio un borrador de acuerdo que ha dejado un tanto descolocados a los agentes locales. Se trata de un documento estándar, idéntico al enviado a otros municipios, que se ciñe con precisión milimétrica al articulado de la Ley de Policía del País Vasco y que recorta algunas de las labores que tradicionalmente ha desempeñado la Guardia Urbana gasteiztarra. El sindicato ErNE, mayoritario en la Ertzaintza y uno de los dos principales de la Policía Local de Vitoria, agradece la “flexibilidad” demostrada por Lakua, insiste en que el texto es un borrador y confía en que la negociación resultante resulte satisfactoria para ambos cuerpos, ya que, por el momento, sus representantes lo consideran “muy mejorable”. En el Ejecutivo confirman que, efectivamente, se está trabajando un modelo de convenio de colaboración entre Ertzaintza y policías locales único, si bien precisan que lo presentado hasta ahora es un punto de partida para trabajar con los ayuntamientos y ver las peculiaridades que presenta cada uno de ellos.

Algunos detalles concretos del contenido del borrador ya han llegado a Agirrelanda, donde los agentes municipales temen que la aplicación del documento les reduzca a “meros alguaciles”. El apartado que más preocupa es el referido a la “delimitación de servicios”, donde se establece, con la ley en la mano, qué tareas le competen a cada uno. Así, precisa que la Policía Local “es titular y responsable de la protección a las autoridades de los municipios y vigilancia o custodia de sus edificios e instalaciones; la ordenación, señalización y dirección del tráfico en el casco urbano, de acuerdo con lo establecido en las normas de circulación, así como la instrucción de atestados por accidentes de circulación dentro del casco urbano; la Policía Administrativa en lo relativo a ordenanzas, bandos y demás disposiciones y actos municipales dentro de su ámbito de competencia, así como velar por el cumplimiento de la normativa vigente en materia de medio ambiente y protección del entorno en el ámbito de las competencias locales en dichas materias”.

También señala que la Guardia Urbana cooperará con la Ertzaintza en la protección de las manifestaciones y en el mantenimiento del orden en grandes concentraciones “cuando sean requeridos para ello”. De la misma manera, participará en funciones de Policía Judicial “colaborando con las unidades de Policía Judicial”.

El borrador recuerda igualmente que existen algunas competencias compartidas por Ertzaintza y Policía Local, tales como las patrullas de proximidad, auxilio y asistencia, la preparación de diligencias de prevención y cuantas acciones tiendan a evitar la comisión de actos delictivos, la intervención en la resolución amistosa de conflictos privados “si son requeridos”, la vigilancia de los espacios públicos y la prestación de auxilio en casos de accidente o catástrofe, cumpliendo los planes de Protección Civil. La propuesta deja en manos de los ertzainas la policía de seguridad ciudadana y orden público, la Policía Administrativa, la Policía Judicial y las tareas de regulación y ordenación del tráfico fuera del casco urbano de Vitoria.

Así pues, la principal controversia reside en el capítulo correspondiente a la Seguridad Ciudadana. Un vasto terreno por el que transitan muchas de las actuaciones que hoy en día llevan a cabo los agentes de Agirrelanda. Operativos de lucha contra el tráfico de drogas o de persecución de grupos organizados que cometen robos en la capital alavesa. Tareas policiales en las que la Guardia Urbana ha avanzado enormemente durante los últimos años y en las que ha demostrado su buen saber hacer.

En opinión de los agentes locales y de sus representantes sindicales, este texto puede ser válido para municipios pequeños que no cuentan con una Policía Municipal tan consolidada como en el caso de Vitoria. Los portavoces de ErNE aclaran por su parte que todo lo recogido en el documento no es más que un reflejo fiel de la Ley, por lo que agradecen al Departamento vasco de Seguridad que lo haya remitido al Ayuntamiento para su negociación, “con lo cual se prima la voluntad de llegar a acuerdos”. “Creemos necesario poner en valor el trabajo de los agentes de ambos cuerpos y trabajar para ofrecer un buen servicio al ciudadano. Si las bases de ambos cuerpos son capaces de entenderse y de trabajar de forma conjunta en el día a día, confiamos en que las instituciones también lo hagan”, ampliaron desde ErNE.

comunicación El modelo de convenio de colaboración recuerda que ambos cuerpos deben prestarse mutuo auxilio e información recíproca. Crear una red de comunicación de uso común y facilitar la interconexión de centrales de comunicación, además de adoptar medidas para fomentar la integración de la Policía local en el Centro de Elaboración de Datos de la Policía del País Vasco. También recuerda la conveniencia de propiciar el uso compartido de instalaciones policiales y la creación de servicios globales, así como la utilización de documentos, impresos y formularios comunes.

La propuesta también incluye algunas salvedades, como la intervención obligada en primera instancia del cuerpo policial que, por razones de proximidad o disponibilidad, actúe ante un hecho del que no tenga competencia obligada “hasta que el cuerpo competente se haga cargo del mismo, de acuerdo con lo establecido en este convenio”. De ahí que, según recuerdan los responsables de ErNE, la cuestión de la derivación de actuaciones después de que el ciudadano contacte telefónicamente con alguna de las dos policías vaya a ser fundamental.