Vitoria - Se ha hecho esperar, pero el proyecto para restaurar la memoria de las víctimas de la dictadura en Gasteiz va a experimentar un empujón definitivo en los próximos días. O al menos, esa es la voluntad de sus protagonistas principales. La iniciativa fraguada en el Ayuntamiento gracias al impulso de la Plataforma vasca contra los Crímenes del Franquismo y el trabajo conjunto de todas sus sensibilidades políticas cuenta ya con un documento de conclusiones que delimita las acciones concretas a realizar en las calles de la ciudad y que, si todo va bien, tendrá el aval del Pleno municipal previsto para enero, según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. El dictamen, que lleva la firma de la concejal de Cultura, Estíbaliz Canto, recopila actuaciones que van desde la señalización de distintos lugares de la memoria con monolitos historiografiados, como el muro trasero del cementerio de Santa Isabel, la intervención en la simbología de la dictadura presente en puntos como la Catedral Nueva, la retirada de cargos honoríficos o la elaboración de un censo oficial de víctimas de la represión.

Este plan toma como base el documento Memoria-Gasteiz elaborado por la propia Plataforma contra los Crímenes del Franquismo y dio sus primeros pasos en el verano de 2014, cuando a raíz de la aprobación de una moción en torno a la recuperación de la memoria se estableció un grupo de trabajo en el Consistorio formado por todos sus grupos políticos. El foro mantuvo varias reuniones y llegó a amplios consensos, pero se sumió después en un largo parón debido al cambio de legislatura y no retomó su actividad hasta mayo de este 2016, con la incorporación de Podemos e Irabazi, nuevos en el Ayuntamiento.

Tras una nueva puesta en común de los acuerdos ya alcanzados y varios encuentros más, todo apuntaba a que después del pasado verano sus conclusiones comenzarían a verse plasmadas en un dictamen y después a pie de calle, pero no ha sido hasta ahora cuando, por fin, van a tener el aval definitivo de los grupos. Antes de elevarse al Pleno, el dictamen deberá pasar un último trámite, su aprobación en la comisión de Euskera, Cultura y Educación, ya sea en su próxima reunión de enero o en una que se convoque de forma extraordinaria. Superados estos dos últimos filtros, las intervenciones tendrán ya vía libre.

La hoja de ruta, como ya avanzó también en su día este periódico, mira en primera instancia al muro trasero de Santa Isabel. No en vano, la señalización y dignificación de este espacio, uno de los escenarios más oscuros del terror franquista, saltó por primera vez a la agenda municipal en el año 2010, cuando todos los partidos dieron el visto bueno a llevar a cabo esta intervención a instancias del entonces concejal de EA y ahora de EH Bildu, Antxon Belakortu. La iniciativa finalmente se quedó en el cajón de los proyectos perdidos, pero por fin se verá materializada ahora en el marco de este proyecto a gran escala.

Como iniciativas previas, el Ayuntamiento ha procedido ya a colocar en tiempos recientes un nuevo monolito en recuerdo a las víctimas de la masacre del 3 de marzo en Zaramaga en colaboración con Martxoak 3 -lo hizo en noviembre de 2013-, y a reubicar el busto del poeta Esteban Urkiaga Lauaxeta en la plaza de entrada al convento de los Padres Carmelitas, en Manuel Iradier, utilizado en su día como cárcel franquista.

La intervención en este último espacio no se quedará sólo en eso, ya que el grupo de trabajo ha acordado también colocar allí otro monolito que contextualice su historia como el que se instalará en Santa Isabel. El tercer lugar de la memoria que cuenta con el consenso municipal es el cruce de las calles Paz y Postas, donde hasta el año 1975 estuvo ubicada la antigua cárcel de Gasteiz. El artista local Iñigo Arregi, precisamente creador del último monolito levantado en Zaramaga, ha elaborado una maqueta para señalizar estos nuevos lugares de memoria que en principio cuenta con el visto bueno de los grupos.

El proyecto de recuperación de la memoria contempla también la intervención por diferentes vías en la simbología fascista presente en lugares como la Catedral Nueva, la cruz levantada en la cima del monte Olarizu, el escudo franquista ubicado sobre el antiguo Palacio de Justicia de la calle Olaguíbel o las placas del Ministerio de Vivienda de la dictadura. En los dos primeros casos, existe un amplio consenso para que los espacios sean señalizados y contextualizados, aunque cabe recordar que el escudo del templo católico se encuentra tapado desde hace tiempo con una gran lona negra. En el tercero, se retirará el escudo o se colocará una señalización exterior, mientras que las placas se eliminarán en colaboración con las comunidades de vecinos.

cargos honoríficos y callejero La retirada de todos los títulos, cargos honoríficos o medallas a personas vinculadas a la dictadura será otra de las patas fundamentales del proyecto, que prevé también “modificar o contextualizar” los nombres de diferentes calles como Obispo Ballester, Bueno Monreal, Pedro Orbea, José Lejarreta, Pintor Vicente Abreu o Luis María Uriarte, vinculados de una u otra forma al aparato represor.

Además, se prevé la confección de un listado de personas represaliadas en colaboración con el Instituto Valentín de Foronda, la elaboración de un censo oficial de víctimas del franquismo en Gasteiz -ahora inexistente- o la colocación de una placa o monolito en recuerdo del alcalde republicano Teodoro González de Zárate, fusilado en los primeros compases de la Guerra Civil, así como de todos los vitorianos que fueron víctimas de la represión.

La votación en el Pleno de las acciones a llevar a cabo podría realizarse por puntos. Según explican fuentes del grupo de trabajo, el consenso entre los partidos “llega a un 95%”, todo un hito si se compara con otras localidades que han llevado ya a cabo este recorrido, pero la intervención en el callejero se ha encontrado con la voz discordante del Partido Popular.

Últimos trámites. El área municipal de Cultura ha elaborado ya un dictamen donde se recogen las conclusiones del grupo de trabajo creado en el Ayuntamiento para recuperar la memoria histórica en la ciudad. El documento deberá pasar dos últimos trámites, su aprobación en comisión y Pleno, antes de que las intervenciones tengan por fin vía libre. Un apoyo garantizado por el amplio consenso alcanzado ya entre todas las sensibilidades políticas de Gasteiz.

Acciones. El proyecto contempla la señalización de distintos lugares de la memoria con monolitos historiografiados, como el muro trasero del cementerio de Santa Isabel, la intervención en la simbología de la dictadura presente en puntos como la Catedral Nueva, la retirada de cargos honoríficos, la intervención en el callejero o la elaboración de un censo oficial de víctimas de la represión.

2014

La iniciativa, que tiene como base el documento Memoria-Gasteiz elaborado por la Plataforma contra los Crímenes del Franquismo, dio sus primeros pasos en el Ayuntamiento hace más de dos años.