Gasteiz - Olentzero llenó ayer de ilusión los hogares de miles de chavales alaveses. Lo hizo como todas las Navidades, y hasta aquí todo normal, pero también gracias a la labor solidaria de numerosos vecinos del territorio y de colectivos como Cruz Roja, que no pasan por alto la brecha de exclusión abierta en estos duros años de crisis. La organización humanitaria ha puesto en marcha estos días una campaña especial de recogida de juguetes que, bajo el epígrafe Sus Derechos en Juego, está tratando de llegar a más de 450 niños, niñas y adolescentes de entre cero y 17 años en situación de especial vulnerabilidad para garantizar que esa ilusión no pase de largo de sus domicilios.

Está tratando de llegar, porque esta recogida todavía se encuentra en marcha para quien quiera colaborar en ella de cara a Reyes. Durante el año, eso sí, Cruz Roja seguirá recogiendo juguetes, aunque en el marco del proyecto general Juguete Educativo. “Ahora es un momento de mucho movimiento, y por eso se lanza esta campaña especial. Hay que recordar que el juego es una herramienta básica para el desarrollo psicomotriz del niño, y que el derecho al juego de los más pequeños está reconocido a nivel internacional”, remarca la responsable de Cruz Roja Juventud, Goretti López de Ocáriz. Alrededor de 35 personas voluntarias se han involucrado en la campaña de este año, que busca recolectar un mínimo de 1.000 juguetes nuevos -sin desembalar, y por tanto a estrenar-, no bélicos y no sexistas para ese medio millar de pequeños.

López de Ocáriz, acompañada por la técnica de Juventud Miren Bárbara y por el voluntario Jesús Díaz, insiste en que los juguetes sean completamente nuevos para que sean aceptados. “Tenemos que hacer todavía mucha sensibilización con esto, porque la solidaridad es mucho más que dar lo que tenemos en casa y no nos sirve, e incluso lo que está en el camarote y no en buenas condiciones. Todos los niños tienen derecho a estrenar, porque no los hay de primera y segunda”, expone la responsable de Cruz Roja Juventud. Que sean nuevos asegura también que se encuentran en buenas condiciones higiénicas, que tienen todas sus piezas o que no han sido manipulados.

Un grueso importante de la campaña se ha desarrollado estos días en las tiendas E.Leclerc y Decathlon, donde los voluntarios han recogido un volumen importante de juguetes a estrenar de manos de decenas de vecinos y han ejercido también una buena labor de sensibilización. Además, Cruz Roja ha contado con la ayuda desinteresada del equipo de balonmano Gure Auzune, que hace unos días contactó con la organización “por su propia iniciativa” y donó 45 juguetes. Hasta la fecha, los artículos se han repartido entre familias vulnerables tanto de Gasteiz como de Laudio y Amurrio, con una media de dos juguetes por niño. Aunque el carácter solidario de los alaveses es patente, este año se ha producido un pequeño bajón en las entregas. “Hemos recibido menos que el año pasado. Parece que el puente de diciembre ha afectado, porque así lo han dicho los propios comerciantes, y aparte la crisis sigue haciendo mella”, describe López de Ocáriz.

Crisis que, tal y como destaca Bárbara, con el paso de los años ha ido “redirigiendo” esta tarea clásica de recoger juguetes para los niños más necesitados “hacia el ámbito más local”. Los cambios también han llegado con el tiempo al propio reparto de los juguetes entre las familias, que ahora se lleva a cabo por lotes, un sistema “más rápido y limpio” que trata de evitar situaciones desagradables y de estigma.

vital voluntariado Jesús Díaz, que se incorporó a Cruz Roja el pasado marzo tras jubilarse sólo un mes antes, valora por su parte de forma “muy satisfactoria” tanto esta campaña como la anterior en la que participó, de recogida de alimentos. Por supuesto también desde el plano más personal. “Lo hago con gusto. Para estar en mi casa prefiero estar aquí ayudando y haciendo cosas. Aunque hay gente para todo, por lo general sí que se implica”, valora Díaz. Quien desee aportar su granito de arena estos días, pero también más allá de las Navidades, puede llevar sus juguetes a la sede de Cruz Roja en Gasteiz, en el número 52 de Portal de Castilla.