vitoria - Parecía difícil, pero el enfrentamiento directo, público y abierto entre los junteros de Podemos y la dirección del partido se agravó ayer todavía más. La reunión que ambas partes mantuvieron por la mañana, muy tensa según apuntaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes del partido, no sirvió para avanzar ni un solo paso hacia una posible reconciliación. En el encuentro, de dos horas y media, el juntero Daniel Trujillano tomó la palabra para reafirmar la postura del grupo de rebeldes, mientras otro de ellos, Javier Bizarro, se mostró un poco más conciliador. No tomó la palabra Koldo Martín, exportavoz del grupo, que mantiene otros expedientes abiertos por el partido por desajustes en el cobro de dietas y problemas con las junteras fieles a la dirección.
Tras la cita, los cuatro junteros díscolos -la quinta, Mari Cruz Polaina, sigue de baja- aseguraron que el encuentro había sido “positivo” por el simple hecho de suponer el inicio del diálogo y se mostraban abiertos a seguir negociando, pero todo al mismo tiempo que ponían sobre la mesa un documento titulado “no es no” en el que una treintena de cargos públicos afines a los procuradores rebeldes, que se presentan como “inscritos en Podemos”, aunque la formación morada como tal sólo tiene concejales en Vitoria, solicitan “responsabilidades políticas” a Lander Martínez, secretario vasco de organización, por “tratar de establecer unas posiciones mediante la imposición y la amenaza”.
Además, para sorpresa de la dirección de Podemos, anunciaban que el miércoles iban a mantener una nueva reunión con los mismos responsables del partido con los que se citaron ayer “para seguir hablando”, pero fuentes oficiales de la formación negaron rotundamente que esa cita se vaya a producir con la presencia de Nagua Alba y Lander Martínez. Lo que se celebrará es un encuentro de la llamada comisión mixta, un órgano interno creado por el partido hace unos meses del que forman parte un juntero de los rebeldes, Javier Bizarro, y la portavoz, Arantxa Abecia.
De cualquier forma, en la dirección de Podemos Euskadi consideran que durante los últimos meses han hecho todo lo que han podido para que la paz llegara al grupo juntero, y así se manifestaron ayer públicamente tras la reunión, cuando aseguraron que “aunque no se haya llegado a un acuerdo, la dirección seguirá con el diálogo para buscar soluciones a los problemas del grupo”.
No parece, sin embargo, que esos problemas se vayan a solucionar, teniendo en cuenta que la primera petición que la secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, reclamó ayer en la reunión a los junteros díscolos fue que desconvocaran la rueda de prensa que habían anunciado para la tarde. Una petición que cayó en saco roto. Podemos, que reconoce que los cinco procuradores que se han levantado en pie de guerra llevan meses, y no sólo ahora con la votación presupuestaria, actuando de forma completamente opuesta a la línea política oficial del partido, esperará ahora al Pleno de aprobación de los Presupuestos forales, que tendrá lugar este viernes, para dar el último paso: certificar el camino hacia la expulsión de los junteros una vez voten en contra de las cuentas y se salten así la disciplina de partido, que fija una abstención.
personas en los círculos Mientras tanto, los junteros rebeldes siguen manteniendo que cuentan con el apoyo de los círculos, que en Álava son cerca de ocho, aunque ayer admitieron que no pueden cuantificar en qué cristaliza ese apoyo, pues no conocen la decisión que han tomado todos los círculos. En el fondo, tanto unos como otros se enfrentan a una realidad plausible en el territorio, y es que entre todas las personas que acuden a los círculos de Álava no suman más de una treintena.
Además, los apoyos que los junteros ponen sobre la mesa corresponden en su inmensa mayoría a la corriente Zurekin, el sector anticapitalista, que mantiene desde hace tiempo un enfrentamiento abierto con la dirección. De hecho, los procuradores díscolos incidieron ayer en que el conflicto “ha trascendido ya el ámbito alavés y es un problema de Podemos y su modelo de partido en todo Euskadi”. “En Podemos se ha abierto un cisma, eso está claro”, insistieron.