Vitoria - Llega la campaña de Navidad, uno de los momentos más determinantes para el pequeño comercio. ¿Se nota más ilusión a la hora de hacer las compras?
-Este año el consumo se está comportando de una manera un poco extraña, no se están siguiendo las pautas que considerábamos habituales. Se están rompiendo un poco los estereotipos, pero eso, en sí mismo, no es ni bueno ni malo. Personalmente, noto que el comerciante está un poco más pesimista que otros años, al menos durante el mes de noviembre. Ahora comienza la campaña de Navidad y el consumo aumenta, con lo que espero que se incrementen también las ganas y la ilusión. Todavía no he tenido tiempo de reunirme con todos porque estas fechas son un poco complicadas y llenas de trabajo, pero espero hacerlo en breve.
¿Confía en un repunte del consumo con respecto al año pasado?
-Los indicadores apuntan a que el consumo se va a mantener. Se habla de una media de gasto de 450 euros por persona durante toda la campaña navideña. Comparando con otros informes que se han publicado recientemente, vemos que esta cantidad es inferior a la que se calcula para el resto de España, donde se habla de 682 euros. A pesar de estas estimaciones, la verdad es que nunca se sabe. La experiencia a pie de calle nos dice que por el momento se mantiene, y eso es bueno. Ahora tenemos que conseguir que ese consumo sea consumo responsable, y con ello quiero decir responsable con tu ciudad.
Comprando en el pequeño comercio, si no le interpreto mal...
-Sí. Entiendo que el comercio es un compendio de todo. Gasteiz On es una asociación de pequeños comerciantes, pero soy consciente de que tenemos que vivir con el comercio grande, es decir con las franquicias. Juntos tenemos que salir adelante y tenemos que lograr que cuando la gente va a comprar a las franquicias, acaben entrando en el pequeño comercio. Por ello, cuando hablo de consumo responsable hablo de consumir dentro de la ciudad.
Sé que suena reiterativo, pero ¿puede esta campaña de Navidad representar un punto de inflexión para el pequeño comercio vitoriano? ¿Estamos, por fin, en la antesala de la auténtica recuperación o plantearnos esto es pecar de optimistas?
-La verdad es que llevamos ya tres años siendo optimistas. Siempre estamos diciendo que esta vez sí, que llega el punto de inflexión. Ahora mismo pienso que no va a haber un punto de inflexión propiamente dicho sino que vamos a recuperarnos a través de una larga y lenta curva ascendente. Vamos subiendo, pero poco a poco. Todas las navidades confiamos en que vaya a ser el año del cambio en la tendencia, pero nunca se aprecia un giro radical.
Una de las novedades navideñas de este año para Gasteiz On es la gestión de la pista de hielo. ¿Cómo lo encaran?
-Exactamente, es la primera vez que nos encargamos de ello y casi me atrevería a decir que va a ser la última. No por nuestra parte, que estamos encantados, sino porque entendemos que el Ayuntamiento volverá a hacerse cargo de la gestión el año que viene. Desde el principio hemos estado ahí, desde que vimos que no estaba en los presupuestos y nos hemos ofrecido a llevarla a cabo siempre que hubiera financiación para ello, porque Gasteiz On no cuenta con recursos para afrontar este gasto. Se ha conseguido y somos capaces de gestionarlo, sumando los recursos propios de personal a la financiación externa. Sin embargo, pienso que pertenece a Deportes del Ayuntamiento. Nosotros lo vemos como un elemento muy importante de dinamización y de ahí que no quisiéramos que se perdiera, pero se trata de una actividad que debe asumir el Ayuntamiento. Y pienso que el año que viene estará en los presupuestos.
Le han salvado al Ayuntamiento de un buen papelón...
-Sí y no, porque si no lo hacíamos nosotros alguien lo iba a hacer. Era muy difícil que nadie lo asumiera y que Vitoria se quedara sin pista de hielo. Al final hemos sido nosotros porque hemos estado ahí desde el principio. Somos una entidad que se amolda a las situaciones, muy dinámica, y por eso hemos sido nosotros.
La pista de hielo no deja de ser un buen reclamo para atraer el consumo hacia el centro de la ciudad, ¿no cree?
-Es la misma pista que ha habido otros años, no cambia nada. Lo que habría sido muy malo es que se perdiera. Claro que genera consumo en el centro de la ciudad, pero no por ello nos olvidamos del resto de los barrios. Hay que mimarlo todo y, de hecho, nuestra campaña de Navidad está orientada a toda Vitoria. Evidentemente, el centro es donde está el Belén de La Florida, que atrae muchísimo turismo, es donde está el mercado de la feria de artesanía, donde hay más decoración... La gente tiende a pasear más por esas zonas.
Acaba de terminar Ardoaraba y ya están de lleno con la campaña de Navidad. ¿Se les acumula el trabajo?
-Todavía no hemos terminado de realizar el balance de Ardoaraba y nos metemos a tope con la pista de hielo y la campaña navideña. Y no nos olvidemos de que Ardoaraba este año en principio tampoco iba a existir, porque tampoco había presupuesto. Hemos conseguido sacarlo adelante...
Dos bolas de partido que le salvan a las instituciones...
-Bueno... A mí tampoco me gusta plantearlo así (risas). Yo diría que no se las hemos salvado a las instituciones tanto como a la ciudad. Hemos tenido ya algunas reuniones con el Ayuntamiento para analizar los presupuestos para 2017 y siempre nos quejamos de que Ardoaraba es una actividad que no se reconoce tanto como se debería. Dejar sin dotación presupuestaria Ardoaraba cuando es una actividad que se puede poner al nivel que el FesTVal... No parece muy lógico. Pienso que es muy importante para Vitoria y debería contar con una partida exclusiva. Muchas veces nos da la sensación de que no se valora lo suficiente y que cuelga de Gasteiz On igual que la Noche de las Velas o el Black Friday, pero eso son cosas puntuales y Ardoaraba es mucho más. Igual que la pista de hielo.
¿Es ya una seña de identidad de Vitoria?
-Es un evento de ciudad. Y debería tener un capítulo presupuestario propio, no como se está considerando ahora.
Después de mucho esperar, por fin llegó el Plan Estratégico de Comercio al Ayuntamiento. ¿Se está ejecutando?
-Bueno, se va ejecutando. Es verdad que el ritmo no es muy rápido pero es que depende de varias entidades. Tampoco diría que va mal. dentro de cómo solemos funcionar habitualmente, creo que el ritmo es bueno.
Repasando algunas de las cifras que contiene el plan, vemos que casi la mitad de los comerciantes de Vitoria, un 47%, valora la situación de su negocio como “regular” ¿Qué opinión le merece?
-Para que aumente la satisfacción de los comerciantes necesitamos que se active el consumo. No necesita nada más. Vender. Ahora bien, ¿cómo conseguirlo? Pues inevitablemente nos encontramos en una situación económica que no ayuda absolutamente nada. A partir de ahí, vamos intentando cosas. El pequeño comerciante siempre está reinventándose. El nivel de formación de nuestros empresarios es muy bueno, se preocupan por estar al día de las novedades, viajan, miran, actualizan los escaparates... La gente trabaja duro para ser atractiva.