Vitoria. El alcalde, Gorka Urtaran, que ha hecho este anuncio en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno de hoy, ha explicado que se trata de servicios que la empresa debe ofrecer "porque así se recoge en el contrato" y que, sin embargo "no ha prestado" y ha añadido que "sólo se van a pagar aquellos servicios que se prestan".

Urtaran ha recordado que el objetivo de esta medida no es "ahorrar" en la factura sino lograr que "la ciudad esté más limpia" con una gestión "más eficiente" de los recursos públicos.

Éste es uno de los contratos municipales de mayor montante, ya que el consistorio abona 1,9 millones al mes por la gestión de la limpieza viaria y recogida y transporte de residuos urbanos en la ciudad.

Para determinar qué servicios no se han prestado, el Ayuntamiento ha utilizado diversos mecanismos de control, como las inspecciones a pie de calle, la huella digital, el arco electromagnético o los GPS instalados en los vehículos y operarios que permiten monitorizar las rutas realizadas a tiempo real.

El alcalde también ha recordado que en el anterior contrato se pagaba una cantidad fija y, "saliesen o no las máquinas a la calle, se abonaba la misma cantidad de dinero". En un año de legislatura, ya se han abierto siete expedientes en total por posibles incumplimientos del servicio.

Asimismo, Urtaran ha apelado a la colaboración ciudadana para "utilizar bien los recursos disponibles para depositar la basura de forma correcta".

En ese sentido, el Ayuntamiento ha desarrollado durante este último mes de noviembre una campaña de información y concienciación a locales comerciales y hosteleros a quienes se ha explicado sus derechos y obligaciones al respecto de la gestión de residuos.

Desde el 3 de noviembre, una brigada del Departamento de Medio Ambiente compuesta por 7 personas ha visitado más de 700 locales en zonas como el Casco Medieval, el Ensanche y las calles Sancho el Sabio y Bastiturri.

A partir de ahora, la campaña se ampliará a toda la ciudad y entrará en una nueva fase que incorporará sanciones a personas y negocios que no hagan un uso adecuado de los contenedores o no respeten los horarios, tal y como recoge la ordenanza municipal sobre residuos.

"No se trata de imponer castigos con un fin recaudatorio. Se pretende evitar que se produzcan conductas contrarias a la buena gestión de los residuos", ha asegurado el alcalde.