vitoria - La localidad alavesa de Ozaeta es el escenario en el que hoy pone su punto final la primera edición del Encuentro Internacional de Cestería que desde el lunes ha reunido a seis creadores de talla internacional exhibiendo sus virtudes ante 19 alumnos. Maestros y aprendices se han adentrado en las particularidades de este “tradicional oficio aplicado a los nuevos tiempos y mostrado como una nueva oportunidad aplicada al diseño de interiores, paisajismo y arquitectura verde”, explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Julia López, una de las organizadoras de la cita.
Este pionero encuentro en el que se ha abordado una actividad tan remota como la cestería, ha sido el punto de arranque de la cuarta edición del curso sobre esta disciplina que se ha convertido ya en un clásico que imparte el espacio cultural Garaion, en colaboración con Lanbide. “Los doce alumnos matriculados en esta ocasión ha tenido un inmejorable inicio de curso como es poder estar codo con codo con grandes expertos en la materia”, relata satisfecha López. Así, grandes referentes de la cestería como Joan Farre y Carlos Fontales han mostrado su “imaginación y fantasía” a la hora de trabajar con el mimbre. Todos los expertos invitados, además del británico Tim Johnson, el irlandés Tom Meskell, junto a los franceses Karen Gossar y Corentine Laval, han desarrollado estos tres días diferentes proyectos en los que han trabajado codo con codo en grupos de trabajo junto a los 19 alumnos.
Los proyectos que quedarán expuestos a la vista de todo el que se acerque a Garaion en Ozaeta están pensados para “ubicarse en el exterior, para que jueguen los niños, lo habiten, interactúen o experimenten. En definitiva, que su función alcance más allá de la estética y de ser contemplado”, especifica la responsable del encuentro. Se pidió también que el tamaño sea suficiente para que tenga entidad propia, contenga una parte de mimbre vivo y pueda tener una vida razonable de un par de años.
materia prima La cestería es todo un arte que se desarrolla con las diferentes variedades de mimbre como elemento básico. El procedente de los sauces, en sus variadas familias, es el más utilizado aunque también se recurre a creaciones con “enea, hojas de mazorca de maíz, avellano, platanero o ramas que aportan textura y color a las composiciones”, desgrana Julia López. Existe también una distinción fundamental entre el mimbre vivo y el seco “con la gran particularidad de que el primero de ellos crece durante el año y hay que esperar para podarlo en primavera y en el otoño es la época propicia para plantarlo y que pueda agarrar para trabajar con él”. En Ozaeta existe una espectacular pérgola hecha con el mimbre vivo y que durante año acoge todo tipo de celebraciones que tienen lugar en el espacio de Garaion.