vitoria - Tras año y medio de tensiones internas que nunca han acabado por solventarse, el grupo de Podemos en las Juntas Generales se romperá definitivamente. Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el partido procederá a la expulsión de los cinco junteros díscolos al considerar la rueda de prensa que realizaron ayer, en la que cuatro de ellos denunciaron que el partido quiere imponerles una abstención a los presupuestos forales, un “golpe de Estado” que supone la gota que colma el vaso de una relación que desde hace meses es “insostenible”.
En realidad, los cinco junteros se encontraban sobre el alambre desde hace tiempo, pues aunque son mayoría dentro del grupo no cuentan con el apoyo de los máximos responsables de Podemos en Euskadi, que avalan el trabajo de la nueva portavoz, Arantxa Abecia. Además, según apuntaron ayer fuentes del partido a este periódico, el pasado día 2 el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, aprovechó la visita que hizo a Vitoria dentro de la ruta Atarse los Cordones, con la que está recorriendo diferentes puntos del Estado, para reunirse con cargos del partido en Álava y Euskadi y conocer de primera mano los problemas que atraviesa desde hace meses el grupo en las Juntas. Allí, Echenique avaló la decisión que el órgano autonómico ya estaba por entonces dispuesto a tomar ante los problemas de índole personal que se habían suscitado entre los ocho procuradores de la Cámara foral alavesa.
La decisión de expulsar a los junteros rebeldes llega tras asumir el partido que, ante esta tesitura, “es preferible continuar sólo con las personas que quieren aportar” y seguir el resto de legislatura con sólo tres procuradores. En el caso del resto, una vez el partido oficialice la decisión de prescindir de ellos, tendrán en su mano o bien renunciar a su cargo, por lo que podrían ser sustituidos por otros nombres, o pasar al grupo mixto, continuando así en las Juntas. También cabría la posibilidad de que, incluso, pudieran constituir un grupo propio.
De cualquier forma, la realidad es que desde hace meses cinco junteros -Koldo Martín, Daniel Trujillano, Juanjo Celorio, Javier Bizarro y Mari Cruz Polaina- mantienen una relación de trabajo insostenible, según admiten todas las partes, con la portavoz, Arantxa Abecia, Itxaso Roldán y Asela Ortiz de Murua, llegando a producirse, como publicó este periódico en mayo, acusaciones de mobbing. Ayer, cuatro de los cinco junteros rebeldes -la quinta, Polaina, se encuentra de baja- decidieron dar un golpe sobre la mesa y denunciar públicamente la “grave situación generada por la portavoz del grupo en connivencia con el consejo de coordinación del consejo ciudadano autonómico”, que reclama a todo el grupo su abstención en la votación de los Presupuestos forales de 2017 después de que, durante las negociaciones con el gobierno, Podemos haya sacado adelante varias enmiendas, aceptadas por la Diputación, relacionadas con Servicios Sociales, Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Agricultura.
Los cuatro junteros defienden en cambio el no a las cuentas “porque siguen sin responder a las necesidades de Álava” y solicitan que los círculos participen en el proceso. Tras conocer estas palabras, Arantxa Abecia aseguró que el argumento presupuestario “es la excusa perfecta que han tenido para evidenciar la ruptura y adoptar una posición victimista” y apuntó que “reconducir la situación” con sus compañeros “ha sido imposible”. “No es una cuestión política, sino de comportamientos contrarios a las dinámicas del trabajo”.