la Oficina Municipal de Información Joven tiene un canal directo y abierto con los centros escolares de la ciudad para difundir sus actividades. A través del programa Red de Jóvenes Informadores da a conocer el amplio caudal de información generada entre 18 centros escolares con la inestimable ayuda de 38 estudiantes que se convierten en protagonistas y en el eslabón primordial dentro de la cadena de transmisión para llegar al público idóneo. De nuevo está en funcionamiento durante este curso 2016-17 esta manera de airear la actividad de este punto de información juvenil que busca la implicación de los propios estudiantes para dar a conocer sus actividades. El sistema “es sencillo y nos aseguramos de que nuestros contenidos llegan al público y se dan a conocer entre el perfil del usuario para el que trabajamos”, concreta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Karmele Aguirre, técnica de la Oficina Municipal de Información Joven. Este programa reparte un total de 9.000 euros entre 18 centros de la ciudad para implicar a los 38 alumnos de este curso en la importancia de dar a conocer entre sus compañeros la utilidad de servicios y ofertas de todo tipo que pueden encontrar en la oficina.
Esta iniciativa es ya una de las veteranas dentro de la programación municipal y ha venido funcionando a lo largo de muchos años. Tuvo una primera fase hasta el año 2012 y, tras dos cursos interrumpida, se retomó de nuevo en 2014. La cifra de centros se mantiene estable en los 18 de los últimos años, aunque para el curso actual se han sumado cuatro diferentes como son el Instituto Federico Baraibar, Egibide Mendizorroza, CEU Virgen Niña y el centro de Educación Secundaria de Lakua. El funcionamiento de este programa es sencillo porque cada entidad elige, en función de su volumen de alumnado, entre uno y tres estudiantes que son sus representantes ante la OMIJ y los encargados de ejercer esa tarea de informadores ante sus compañeros del centro. “Acuden una vez por semana a nuestra oficina a recoger la información y material para ponerles al día de las novedades o lo más destacado, y a partir de ahí a ellos les corresponde hacerlo llegar a compañeros del centro”, concreta Aguirre. “Se convierten en protagonistas del proceso de captación y difusión de la información más relevante para su actividad diaria”. En plena era tecnológica, las redes sociales se han convertido también en imprescindibles aliadas en esta tarea de divulgación. “Cada centro tiene sus propios perfiles de Twitter vinculados a nuestra oficina para difundir nuestra información”, apostilla Aguirre. Siguen también apoyándose en su tarea en métodos tan tradicionales y que nunca dejarán de existir como una red de paneles informativos situados en los respectivos centros y que también ubicados en diversos equipamientos municipales como centros cívicos o polideportivos. Ahí también se aprovecha que son un punto de reunión de un amplio colectivo de personas jóvenes para dar a conocer el trabajo y facilidades que ofrece el servicio.
Tarea de los protagonistas La parte práctica de la cadena de transmisión recae en los 38 jóvenes que asumen la responsabilidad de ser los altavoces que expanden todo lo que se pone a su disposición desde la Oficina Municipal de Información Joven. Olivia Fernández, Andrea Domezain y Estíbaliz Mota son una representación de ese colectivo y ellas se encargan de cumplir el cometido en sus centros de Miguel Unamuno, las dos primeras, y en Ekialde, la tercera de ellas. En todos los casos se trata de estudiantes de 16 o 17 años que cursan 2º de Bachillerato y que asumen ese compromiso para su último año de estancia en las aulas. El proceso de elección y designación de cada uno de ellos está en manos de los respectivos centros que, mediante la elaboración de trabajos o concursos internos, procede a elegir a sus jóvenes informadores. Así sucedió en el caso de Miguel de Unamuno. Allí se designaron media docena de parejas de estudiantes a los que se seleccionó para realizar un trabajo de respuesta a unas preguntas concretas. “Nos presentamos esas doce personas y con las respuestas que redactamos fueron el coordinador y la dirección del centro los que eligieron a los informadores”, concretó Olivia Fernández que, junto a Andrea Domezain, desempeña las labores en el centro ubicado en el barrio de Txagorritxu. En el instituto Ekialde fue la propia iniciativa de los estudiantes la que realizó el proceso de selección. “Vino el director del centro a comentarlo por las aulas y explicarnos en lo que consiste el programa para animarnos a convertirnos en informadores”, desgrana Estíbaliz Mota. Ella es una más de la terna de estudiantes, además de Sandra Mónica y Carla de la Iglesia, que han asumido la tarea en Ekialde. En este caso, el resto de candidaturas que aspiraba a ese puesto fue quedándose por el camino “al ver la tarea que nos iba a suponer a nosotros como responsables en lo referido a recogida de información y la posterior canalización para su distribución entre los compañeros del centro”, apostilló Mota. “Nos pareció una buena idea y decidimos dar el paso de convertirnos en informadoras y repartirnos entre las tres el trabajo que esto nos supone”.
A la hora de llevar adelante la función específica en los tres casos agradecen la “ayuda y colaboración” que reciben de técnicos “como Karmele o Idoia que son nuestro enlace permanente en la oficina y nos resuelven cualquier duda que va surgiendo”, remarcan las tres informadoras, Olivia, Andrea y Estíbaliz. En esa línea de facilitar el trabajo a los 38 jóvenes se inició el programa con unas sesiones formativas en las que se les transmitió la manera de funcionar y trabajar de todos ellos, así como instruirles en el manejo de las redes sociales como herramienta para lograr un mayor alcance. “Nos remarcaron la importancia de tener un perfil en Twitter con una foto de encabezado para ser más atractivos, ademas de unas normas para ganar seguidores, señalar a quién seguir y también como poder tener otros nuevos y crecer en importancia”, apuntó Estíbaliz Mota.
Reuniones semanales La cadena de información se pone en marcha cada jueves en la oficina ubicada en los bajos del Ayuntamiento en la Plaza de España. Allí reciben la última información generada desde la oficina para su difusión en los paneles del centro o aprovechando las facilidades que suponen ahora las redes sociales, con una cuenta de Twitter como mejor aliado. “Nos dan información sobre todo tipo de talleres, charlas, exposiciones, concursos, talleres de formación de monitores de tiempo libre y hasta talleres para arreglos de bicicletas por tres euros”, concretan las tres jóvenes informadoras. Todo ese caudal se traslada a los 18 centros para la distribución entre los estudiantes. El tradicional panel informativo es el primer destinatario en el que aparecen colgadas las últimas novedades. “Tratamos de ponerlo de la manera más atractiva posible para que los compañeros se detengan a leerlo”, explica Estíbaliz Mota. Sin embargo, en plena era digital y de las tecnologías los jóvenes informadores se agarran a la cuenta de Twitter como mejor manera de expandir la información. Cada centro participante en el programa posee una cuenta propia en la red del pájaro azul, vinculada a la oficina de información municipal, que contribuye a la tarea. “Somos nosotras las encargadas de mantenerla y generar la actividad”, concreta Domezain. Ese ámbito de las nuevas tecnologías les supone tener que lanzar, como mínimo cada semana “un par de tuits en los que generar contenido propio para informar de todo aquello que es novedoso o lo más importante de la información que hemos recibido. Además, tenemos también total libertad para retuitear todo aquello que nos parezca y esté vinculado y tenga conexión con las actividades que se difunden”, relata Olivia Fernández. En este sentido la particularidad de cada centro influye también en los contenidos y así, por ejemplo, en Ekialde, por esa vertiente artística “al ser el único de esta modalidad, enfocamos los tuits a este tipo de capacidades y también a otros como los cursos de cocina”, remarca Mota. Por la experiencia de los meses que llevan trabajando como divulgadoras “los asuntos de viajes, ahora que estamos en época de puentes y festividades y con las vacaciones de Navidad tan cerca, son los que más interés despiertan”, reconocen todas al unísono. “Las programaciones de actividades como Rumbo al Deporte y Xtra Club son otras que también tienen buena aceptación en lo que llevamos de curso”, apostilla Olivia Fernández. Todas ellas se muestran satisfechas de su participación en el programa y resaltan la buena aceptación que ha generado la actividad entre los compañeros que incluso se acercan a ellas para preguntarles en los pasillos del centro sobre algunas de las actividades de la oficina que contribuyen a difundir y dar a conocer las tres.