Vitoria - Algunos sucesos resultan difíciles de entender por rocambolescos. Este es el caso de unos hechos juzgados a finales del pasado noviembre por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria, que tuvieron lugar en abril del año pasado. Todo comenzó con una motocicleta arrojada al suelo y acabó con una condena global de más de dos años de cárcel.
El vehículo en cuestión, una moto Honda de la Policía Local de Vitoria, se encontraba estacionada en la calle Postas. La Guardia Urbana recibió aviso de que se encontraba tirada en el suelo y una patrulla se acercó para ver qué sucedía. Los agentes recabaron testimonios de lo ocurrido entre los presentes y las indicaciones condujeron a los agentes hasta la terraza de un cercano establecimiento de hostelería ubicado en el pasaje de Postas, donde se encontraba sentado el individuo que se suponía había tirado el vehículo al suelo de una patada.
Los agentes le pidieron que se levantara y, según el atestado, comenzó a lanzar puñetazos y patadas. Ya reducido y en comisaría, se revolvió mientras era sometido a un cacheo, escupió a un agente y trató de atacar a otro.
Analizados los hechos, el juez condenó al acusado a un año y cuatro meses de prisión por un delito de daños, así como a 12 meses de multa a razón de 10 euros por día, y a otros 10 meses de cárcel por un segundo delito de resistencia a la autoridad. - A. Burdain / Foto: P.O.