Vitoria - El ambicioso proyecto de transformación y modernización del espacio del centro de Vitoria que va de Santa Bárbara a la Virgen Blanca verá la luz a partir de marzo de 2017, una vez que empiecen a contratarse las obras. Las primeras actuaciones se llevarán a cabo en el entorno del parking y de la plaza desde la que se accede al subterráneo.

El proyecto de obra reserva un capítulo especial a la impermeabilización del garaje que desde hace años sufre filtraciones de agua y humedades que con la obra tratarán de subsanarse para que no haya más goteras. Además se cambiarán los accesos y se reparará toda la infraestructura de extracción de humos.

En cuanto a las entradas y salidas del aparcamiento para los usuarios, pasarán de dos a cuatro, dos de ellas con ascensor. En lo que a la entrada y salida de vehículos se refiere, los cambios serán más notables. Así, los coches saldrán del estacionamiento y, una vez en la superficie, girarán hacia la izquierda para avanzar unos metros por la calle Postas e incorporarse al tráfico de La Paz, en lugar de avanzar hacia Los Herrán como ahora.

Otra de las actuaciones a destacar es los cambios que sufrirán las zonas verdes de la plaza. Habrá un nuevo diseño, con tres grandes zonas verdes, y se eliminarán otras, aunque en el cómputo final, los técnicos calculas que la superficie será similar a la de hoy en día, gracias al espacio arbolado de 3.000 metros cuadrados que se plantará en la zona de Postas. Asimismo, el Ayuntamiento prevé mantener varias especies arbóreas de gran valor medioambiental y convertir la calle Postas en un paseo peatonal con unos ochenta árboles. Igualmente, en la zona más próxima a el Corte Inglés se creará otro nuevo espacio verde, fruto de la unión de los actuales parterres, y se incluirá un banco corrido con chorros de agua, similar al de la Virgen Blanca, con el fin de oxigenar esta pequeña plaza y hacer de ella un área de descanso.

Todas estas actuaciones se enmarcan dentro del paraguas del proyecto Bost Enparantza, orientado a la creación de una supermanzana semipeatonal, moderna y funcional, más amable para el ciudadano y con más espacio para el peatón. Se trata de reorganizar el espacio, aprovechando la reciente reforma de la Plaza de Abastos, y generar un corredor urbano y comercial que enlace las plazas de Lehendakari Leizaola, Santa Bárbara, Celedones de Oro, Nueva y Virgen Blanca. Este paso obligará a peatonalizar el tramo de Postas ahora abierto al tráfico.

La actuación tiene reservada una partida inicial de 1,2 millones en 2017, según el Presupuestos presentado la pasada semana por el alcalde. Una partida insuficiente que se completará con otras en siguientes ejercicios. La superficie total a retocar es de 17.800 metros cuadrados: 14.500 metros corresponden a la plaza Santa Bárbara, 2.000 a Lehendakari Leizaola y 1.300 a la plaza de El Corte Inglés. Tres mil metros serán zona ajardinada, y el espacio total ganado para uso público contará con una superficie equiparable a la del cuadrante interior de la Plaza Nueva, subrayan desde el Ayuntamiento.

espacio fragmentado El por qué de la obra se debe a que el actual diseño y configuración de Santa Bárbara se caracteriza por ser demasiado laberíntico, con muchos pequeños espacios y muy fragmentado por los parterres. En definitiva, un diseño poco práctico que deja la plaza aislada de su entorno debido a la complicada accesibilidad.

Tras una inversión global de más de nueve millones, la plaza podrá utilizarse como un espacio público para el uso y disfrute de los ciudadanos y también para acoger eventos que ahora no tienen cabida, como mercados. “Hay que tener en cuenta que el espacio que se va a crear será similar al de la Plaza Nueva en su cuadrante interior. Además, se peatonaliza la totalidad de la calle Postas, se amplía la acera de Doce de Octubre y se eliminan barreras arquitectónicas y obstáculos”, apuntan desde el Ayuntamiento.

La obra es también un guiño a los comerciantes del centro urbano, sobre todo de la Plaza de Abastos, que en las últimas décadas han visto bajar su negocio con la merma de clientes que han huido a las grandes superficies y que, ahora, esperan regresen a sus tiendas y puestos.