cuando se encuentra en estado muy avanzado el ordeño de los olivos de Rioja Alavesa, todas las fuentes consultadas apuntan a que la cosecha será bastante más reducida que la anterior, pero de una buena calidad y con muy buen estado sanitario.

Tanto en producciones de Moreda de Álava, como Oion o Lapuebla de Labarca, los olivareros han destacado que hay mucha diferencia por zonas dependiendo de la cantidad de agua que hayan recibido. La razón está en que desde mayo apenas ha llovido en Rioja Alavesa y las lluvias del principio del otoño apenas han aportado cuatro litros por metro cuadrado. Esa situación ha provocado que las olivas sean más pequeñas donde no había agua de riego y más grandes donde sí, con lo que la apreciación general es de una cosecha irregular.

El propio diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, ha confirmado que “la cosecha de aceituna 2016 va a ser entre un 30 y un 35 por ciento inferior a la campaña pasada”. A pesar de esa reducción, “aparentemente será de una excelente calidad porque aunque el verano ha sido seco, la maduración ha sido optima con un otoño suave y se están ordeñando los olivos con calma y con unas buenas condiciones”. Sin embargo, todavía es pronto para poder dar una calificación al aceite de esta campaña, ya que “en la actualidad se está trujalando tanto aquellas olivas destinadas a producción label, ecológica, sin distintivo de calidad y para autoconsumo, y esperamos que una vez obtenido ese aceite también los parámetros, en cuanto a aroma y resto de cualidades sean óptimos”.

En términos similares se pronuncia el hasta ahora presidente de la Mesa del Aceite y el Olivo de Rioja Alavesa, Gorka Mauleón. A falta de cerrar los datos de la cosecha de este año todo apunta “a que habrá un descenso que en algunos lugares será del 40 por ciento, ya que afecta a todas las zonas de producción pero especialmente al tramo entre Moreda, Oion y Lantziego, que es donde se concentra la mayor cantidad de olivos”. Por el contrario, “los trabajos de desarrollo y elección del momento de recogida van dando sus frutos y todo apunta a que el aceite de 2016 puede ser de una gran calidad”, según este olivarero y vitivinicultor. Apunta a que una de las claves de la mejora de la calidad del aceite de Oliva Virgen de Rioja Alavesa se encuentra en que se ha logrado que las aceitunas se recojan cuando aún están en una fase verde, como venían insistiendo los técnicos de la zona.

Y mientras se terminan de varear los olivos, una nueva incertidumbre ha ido surgiendo en las últimas semanas, especialmente desde que se supo que la cantidad de aceite de oliva que se producirá este año es inferior: el robo de olivas por parte de grupos de personas que llegan a las parcelas y con gran rapidez dejan sin una aceituna los árboles y en ocasiones con daños a la planta. Lo contaban con preocupación dos vecinos de Lapuebla de Labarca, propietarios de una de las mejores parcelas de Rioja Alavesa, Bonifacio Silva Moreno y Pedro Orio Morales mientras se afanaban en recoger el fruto de su trabajo. “Se habla y hasta se ha visto en televisión cómo llegan unas cuadrillas y sin importarles si hay agricultores cerca o no, cargan las aceitunas en una furgoneta y desaparecen rápidamente”. Se cita, incluso, a algún agricultor de la zona que lo ha perdido todo porque nadie avisó que había personas ajenas que se estaban llevando las olivas.

Por ello, tanto Bonifacio como Pedro aligeran el trabajo, uno con la vareadora de gasoil y el otro con el rastrillo para hacer caer a las olivas más perezosas sobre la malla colocada alrededor del árbol. “Los tiempos están cambiando -cuenta- y ahora vamos con máquinas. De cogerlos a ordeño a hacerlo con máquina supone pasar de mes y medio de trabajo a una semana en una parcela como ésta. Además el cuello y la espalda sufren menos al llevar el cesto colgado”.

Pedro cuenta que “el olivo en Rioja Alavesa ha sido toda la vida para casa”, y añade que antes se recogía más oliva que ahora. “La impresión que tengo es que hace diez años se plantaban más olivos que ahora, pero también se han quitado muchos. Nosotros, en Lapuebla de Labarca, éramos de los que más olivas cogíamos antes, pero ahora ya es más general”. Mientras termina de llenar otro de los sacos advierte que “los que más viñas tienen menos olivos suelen poseer porque si están en un sitio no acuden al otro. Parece mentira, pero el olivo tiene mucho trabajo. Entre la poda y los venenos, labrarlos? no es que sea mucho gasto, pero lleva trabajo”.

Trabajo intenso En los trujales hay estos días una actividad frenética. En el de Lantziego llevan muy adelantada la molturación, mientras que los de Moreda de Álava, La Equidad, y en el Trujal-Almazara de Oion se recibe y moltura a la mayor rapidez antes de que los fríos que han entrado ya dañen los aromas del futuro aceite.

En principio, las primeras catas que se están realizando están saliendo muy buenas, por eso consideran que es un acierto el adelanto del ordeño. Y reconocen, sobre todo en la zona de Moreda de Álava, que están valorando adelantarlo más para conseguir más calidad. “No es que le vaya a dar más sabor, que se lo dará al principio, y algo más de amargor y picor, sino que ganará en aromas. Lo que pasa con los aromas es que como hiele se van y no vuelven”. Para eso insisten en ir haciendo las pruebas y parece que las distintas muestras van fundamentando la necesidad de buscar un equilibrio: “ni muy, muy verdes, ni muy, muy maduras”, como insiste José Manuel Ceballos, Gerente del Trujal La Equidad.

Por su parte, en el Trujal Almazara de Oion el proceso de preparación de las olivas es más o menos igual que en todos los sitios, pero aquí lo extreman hasta el punto que se lava la aceituna. Su gerente, Mari Cruz Arce, señala que hasta no hace mucho no se hacía porque las olivas se cogían a ordeño y no hacía falta. Ahora las labores se van mecanizando más y traen más piedras, más barro y ramas y por eso han puesto una lavadora y la aceituna entra limpia en las máquinas. Por eso no es de extrañar que “cuando la gente lo prueba dice que está riquísimo, porque gana en calidad y organolépticamente”. En este trujal se elabora con Eusko Label y en esta campaña ya está casi todo recogido.

El tiempo de espera para valorar el aceite de este año es también el plazo que se han marcado los agentes implicados en el cultivo del olivo y la elaboración de aceite para proceder a la sustitución de la Mesa del Aceite y el Olivo de Rioja Alavesa, por una asociación de carácter profesional. Ése era el objetivo desde que se pusieron en marcha las políticas para valorizar este producto.

Tanto el presidente de la Mesa, Gorka Mauleón, como el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, se han marcado el final de la recogida de las olivas para convocar el encuentro que transformará la entidad que impulsa el aceite en esta comarca.

La desaparición de la Mesa era un acontecimiento previsto, ya que esta se constituyó para dar el empujón de salida a la colaboración del sector. Bajo aquellas siglas se unieron representantes del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Álava, la Cuadrilla de Rioja Alavesa, la Asociación de Desarrollo Turístico de Rioja Alavesa, dos olivareros, otros dos comercializadores de aceite, los tres trujales que conviven en la comarca, las organizaciones UAGA, ADORA y ABRA y la entidad HAZI. Como presidente de aquella primera fase se eligió a un técnico de reconocido prestigio, Fernando Martínez Bujanda, que acababa de jubilarse como funcionario de la institución foral y que logró liderar un proyecto en el que no había mayorías, ni decisiones políticas, tan solo el objetivo común de impulsar el aceite de oliva de Rioja Alavesa. En la actualidad, el presidente de la Mesa es Gorka Mauleón, que es quien dará el pistoletazo de salida para conformar la futura Asociación de Productores, un acontecimiento previsto para después de estas fiestas de primeros de diciembre.