VITORIA - La esperada presentación del programa de las Cuentas municipales para el ejercicio 2017 levantó una unánime catarata de críticas desde los cuatro grupos de la oposición. Se escucharon todo tipo de adjetivos para calificar los números que se afanó en desgranar la segunda teniente de alcalde y responsable del área económica, Itziar Gonzalo. La jeltzale tuvo que aguantar la primera crítica por presentar la ensalada de números a los cinco grupos municipales y acto seguido empezar a desglosarlos por departamentos, sin tiempo para asimilarlos y estudiarlos de manera detallada.
Se expresó con dureza y aire de desengaño su socia presupuestaria, la portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, que se aferró a términos escolares para considerar al equipo de gobierno un “mal estudiante” que ya ha suspendido sus parciales en junio y septiembre y se ve ahora obligado a ir a diciembre para sacar adelante sus tareas. “A mí no me van a convencer con palabras, me van a convencer con hechos”, resaltó la representante jeltzale. En ese sentido, se refirió la portavoz a algunas partidas concretas, que cifró en un número de 15, y que se trataban de “créditos de compromiso que han decaído”, incidió.
Destapó la versión más poética Larrion al comparar los números presentados con una práctica adanista y que no es otra cosa que el hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente en alusión a que se trata del segundo paquete presupuestario que presenta el equipo encabezado por Gorka Urtaran desde que accedió al gobierno con el apoyo de los grupos de izquierdas.
Por ese mismo flanco comenzó sus arremetidas la cabeza visible del PP, Leticia Comerón, que remarcó la “falta de credibilidad y de ambición” de un equipo de gobierno “sin proyectos. De no mediar sensibles modificaciones a los números ayer expuestos, auguró Comerón: “un año más en blanco para una ciudad sin rumbo y parada” ante la ausencia de grandes proyectos. Llegó a tildar las grandes cifras como la “reventa de los mismos proyectos para el 2017” después de un año como el que está a punto de concluir en el que no ha sido capaz el equipo de gobierno de llevar. No dejó pasar la ocasión de criticar también la cantidad que va a llegar a través del denominado canon de capitalidad.
Frente a la cifra de diez millones de euros, esgrimida por Gonzalo, señaló que la cantidad real van a ser sólo 7,5 porque los otros 2,5 restantes vienen “tutelados por el Gobierno Vasco y no se cumple aquello de la palabra de vasco que tanto les gusta”, finalizó reprochando en su intervención Comerón.
más ladrillazo y proyectos Desde las filas de Podemos e Irabazi se vertieron también fuertes críticas a los números que pretenden llevar adelante el PNV y PSE. Jorge Hinojal, como representante de Podemos, echó en falta un “balance de cumplimiento” en alusión a la catarata de proyectos que expuso Gonzalo, pero sin echar la vista atrás. “No hay ninguna explicación sobre lo que no se ha hecho con el presupuesto vigente y tampoco una explicación de las causas por las que no se ha podido llevar adelante”, criticó Hinojal.
Incidió en la ausencia de actuaciones vinculadas a la “pobreza energética, ni de los barrios viejos en los que se pasa frío”. Señaló también cómo la actuación de Urtaran “destina más a pagar las comunidades de vecinos de los inmuebles municipales que a ayudas a la rehabilitación”. Así aparecen cantidades de 450.000 euros para esos pagos de comunidad, frente a los 358.666,67 que aparecen destinados a la rehabilitación de viviendas en los denominados barrios de oro de la ciudad.
Por su parte el portavoz del grupo Irabazi, Oscar Fernández, destacó la filosofía de unas Cuentas en las que se “vuelve al ladrillazo y no se aprovecha ese dinero de más que se dispone este año para dedicar a otro tipo de políticas ecologistas, feministas y de izquierda”, enfatizó.