vitoria - El acogimiento familiar de menores en situación de desprotección se ha consolidado con el tiempo en Álava como una extraordinaria herramienta para ofrecer a estos chavales un entorno cálido en el que desarrollarse, ajeno a los centros de acogida foral a los que en primera instancia son derivados cuando la Diputación asume su tutela. Actualmente, 120 niños y adolescentes viven acogidos temporalmente por familias de la provincia, un dato que demuestra la relevancia de este programa, cuyos plazos pueden oscilar entre los seis meses y periodos superiores a los dos años, incluso hasta que los menores alcancen la mayoría de edad. Ahora, según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el ente foral quiere dar un paso adelante más, al igual que lo han hecho ya otros territorios como la vecina Gipuzkoa, mediante la ampliación de este programa convencional de acogida con otro de perfil especializado, destinado a niños y adolescentes con necesidades adicionales, por razón de discapacidad, problemas de conducta o antecedentes de abuso sexual.

El proyecto, recogido en el acuerdo presupuestario de este 2016 con EH Bildu, podría ponerse en marcha el año que viene, con retraso, pero con un importante trabajo de cocina ya desarrollado. Su principal característica será que los cuidadores -al menos un miembro de la familia- deberán acreditar que poseen conocimientos profesionales, concretamente una titulación universitaria relacionada con las ciencias humanas o sociales o del ámbito socioeducativo -Psicología o Trabajo Social, por poner dos ejemplos-, para tener las mejores herramientas durante el proceso de acogida. La dedicación de los padres, además, tendría carácter exclusivo, algo que no se exige en el programa de acogimiento ahora en marcha, mientras que la ayuda económica mensual a percibir se incrementaría hasta los 1.500 euros mensuales por cada menor, por los 650 que se abonan en la actualidad.

En la actualidad, sólo tres familias alavesas que participan en el programa de acogimiento cuentan con competencias profesionales como las descritas y acogen en sus hogares a menores de estos perfiles, y por tanto tendrían encaje en el nuevo programa. Una de ellas, según los datos en poder del Departamento foral de Servicios Sociales, tiene bajo su tutela a un grupo de tres hermanos, y las otras dos se han convertido en el hogar de otros dos pequeños con problemática autista. Una decena más de menores con necesidades especiales se encuentran a la espera de encontrar una familia, pero por el momento ninguna se encuentra en proceso de valoración para acogerlos.

La ampliación del programa que estudia la Diputación tendría también la vocación de captar a un número creciente de familias acogedoras con el necesario perfil especializado, al hacerlo más atractivo para ellas. El incremento de las ayudas económicas serviría como gancho fundamental para conseguirlo, siempre a cambio de esa dedicación específica. “Es mucho mejor que un niño en situación de desprotección esté en un hogar que en un centro de acogida”, deslizan fuentes forales, que confirman que “la intención” del área encabezada por Beatriz Artolazabal es poner en marcha este recurso en 2017.

El retraso que acumula la puesta en marcha de este programa se ha debido fundamentalmente a aspectos legales, a la ausencia de una regulación a nivel estatal sobre acogimiento familiar profesionalizado que ha obligado a la Diputación a repensar la fórmula, y optar provisionalmente por esta modalidad de acogida especializada. El matiz determina que no existiría relación laboral entre las familias acogedoras y la institución foral, y por tanto éstas no podrán cotizar a la Seguridad Social. No en vano, la fórmula de cotización de los cuidadores como autónomos ha sido sancionada en otros territorios y “no es viable” a día de hoy en Álava, tampoco desde el régimen general, según enfatiza el ente foral. “El obstáculo principal ahora es el legal, y por eso se está mirando todo a conciencia para que tenga plena seguridad jurídica”, añaden fuentes forales.

Desde las filas de EH Bildu, el grupo político que puso sobre la mesa este proyecto en la anterior negociación presupuestaria, el juntero Manu Rezola confía en que, pese al retraso, el acogimiento especializado termine por consolidarse en Álava, como ya ha hecho en Gipuzkoa. “Tanto allí como en Canarias, Andalucía y gran parte de Europa está funcionando muy bien”, argumenta el juntero de la coalición en declaraciones a este diario. Rezola, al igual que el área de Servicios Sociales, pone en valor esta modalidad de acogida frente a los centros de menores, ya que ofrece a los pequeños “un entorno de hogar que aporta mayores beneficios educativos y sociales”.