antoñana - El acceso a Antoñana desde la vía verde cuenta ya con un nuevo paso que elimina la peligrosidad de cruzar la carretera o de dar un gran rodeo subiendo por la pasarela desde el centro de interpretación, en ambos casos. La solución a ese problema ha venido de la mano de la Diputación de Álava que, con una inversión de 237.591 euros, ha ejecutado la construcción de un paso subterráneo que cruza la carretera y una pasarela de madera que enlaza con el puente sobre el río Ega-Berrón, en ambos casos adaptadas a las personas con discapacidad y carros de bebés. Para oficializar la apertura de ese tramo, ayer acudió a Antoñana el diputado general, Ramiro González, junto con los alcaldes de Campezo y Maeztu, representantes de la Cuadrilla Campezo y responsables de varias juntas administrativas de la Montaña.

En su intervención, González aprovechó para subrayar su intención de convertir ele territorio en un referente del turismo verde. “Araba tiene mucho potencial en su naturaleza y esta vía verde es un buen ejemplo, al ser una de las más largas y atractivas del Estado”, en referencia al trazado del antiguo tren vasco-navarro; una ruta que cada año atrae a 24.000 ciclistas y peatones. “Basta mirar alrededor para darnos cuenta de que estamos en el corazón de la Araba verde”.

La intervención realizada da solución a este tramo de la vía verde, un punto negro en Antoñana, donde ciclistas y peatones se veían obligados a cruzar la carretera A-3136 porque a lo largo de un kilómetro, el viejo camino discurría por la calzada de acceso a Bujanda, un vial estrecho, sin arcenes y con curvas muy cerradas; además de los problemas de comunicación con la villa.