Vitoria - La Ertzaintza detuvo ayer a cinco personas más supuestamente vinculadas con la presunta trama de prostitución de menores en la que están implicados varios jóvenes acogidos en el centro de menores de Sansoheta en Gasteiz. Además, el pasado mes de agosto un particular habría alertado telefónicamente a la Ertzaintza y dado cuenta de un testimonio relacionado con un joven usuario del centro y un hombre de cerca de 70 años en las inmediaciones de Sansoheta.
Ayer por la tarde saltaba la noticia de que la lista de detenidos por la Ertzaintza en relación con este caso ascendía ya a seis personas. La primera de ellas es el psicólogo relacionado con la trama, que fue arrestado el pasado noviembre y enviado a prisión preventiva acusado de un presunto delito de “abusos sexuales”. Los otros cinco serían, al parecer, clientes que pagaban por mantener relaciones con estos ocho jóvenes, de entre 14 y 17 años. Algunos de ellos, supuestamente, incluso solicitaban a los jóvenes que acudieran a los encuentros sexuales con cocaína que luego se ocuparían de pagar y consumir. Las citas se concertaban a través de Internet en la que los menores presuntamente ofertaban sus servicios .
Por otra parte, la Policía vasca habría sido informada meses atrás de una escena en la que un adulto de pelo blanco y a bordo de un Mercedes de alta gama, habría besado en la boca a un menor que, acto seguido, habría entrado en la institución gestionada por la Diputación alavesa. Los agentes, sin embargo, no parecieron ahondar en esta vía de investigación y únicamente tomaron cartas en el asunto después de recibir la denuncia oficial del centro, varios meses después.
El episodio, relatado en agosto pasado por un ciudadano a la Ertzaintza, aseguraba que un día entre semana que se dirigía a la parada del autobús en el alto de Eskalmendi, alrededor de las 19.30 horas, le llamó la atención la presencia de un todoterreno de alta gama en el cruce de la carretera que lleva a Bergara con la vía que conduce a Sansoheta. Al volante se encontraba un hombre de entre 60 y 70 años, con el pelo blanco, y en el asiento del copiloto vio a un chico muy joven, alto, rubio y delgado. Al acercarse, fue testigo de cómo el adulto agarraba al menor por el cuello y le besaba en la boca. Posteriormente, ambos se habrían dado un abrazo de despedida. El chico abrió la puerta del vehículo, se apeó y caminó con rapidez hasta el centro de menores.
El testigo consideró que lo que acababa de observar distaba mucho de ser normal y, al llegar a su casa, contactó por teléfono con el servicio 112, que a su vez le remitió a la Ertzaintza. Debido a la impresión que le causó la escena no tomó la matrícula del todoterreno, pero facilitó el resto de los detalles a los agentes. Poco después recibió una llamada de confirmación por parte de la Policía vasca. Incluso le llegaron a preguntar si el beso del que fue testigo no podía asemejarse al que un abuelo da a un nieto. Éste lo negó y explicó que estaba muy seguro de lo que había visto. Además, consideró poco probable que una persona con un Mercedes de estas características tuviera un nieto en un centro de menores. La Ertzaintza no volvió a ponerse en contacto con este particular. Al parecer la comunicación habría recibido el rango de queja y no de denuncia formal.
Hace dos semanas, el Ayuntamiento de Gasteiz, institución para la que prestaba sus servicios a través de una empresa el psicólogo detenido, tuvo conocimiento de la presunta situación. El 28 de septiembre, el concejal de Políticas Sociales, Peio López de Munain y diversos responsables del Departamento municipal mantuvieron una reunión con la firma para la que trabajaba esta persona y les pidieron que mantuvieran al sospechoso alejado de personas menores de edad. Una semana después, el 4 de octubre, fuentes de la investigación confirmaron al Consistorio la detención del individuo y López de Munain informó de lo sucedido a los grupos de la oposición. Esa misma tarde, los agentes registraron el puesto de trabajo del arrestado y confiscaron el ordenador portátil que éste empleaba.
busca y captura Uno de los ocho menores implicados, cuya madre denunció en abril su presunta pertenencia a la trama ante la Policía Local tras revisar el contenido de su teléfono móvil, permanece en paradero desconocido. Este joven, a quien diversas fuentes señalan como cabecilla del grupo de jóvenes relacionado con este complejo caso, permanece desde el pasado viernes bajo el punto de mira de la Ertzaintza, que lo busca sin descanso. Hasta en cuatro ocasiones diferentes a lo largo del pasado fin de semana, los agentes han recibido alertas de personas que aseguran haberle visto en distintos puntos de Gasteiz.
Varios de los agentes de la Ertzain-tza consultados sospechaban desde hacía tiempo que algo extraño sucedía con los menores de Sansoheta. En muchas ocasiones, los monitores alertaban a las patrullas de que algunos jóvenes se encontraban en diferentes direcciones de la capital alavesa y les solicitaban que fueran a buscarles para llevarles de vuelta al centro. Alegaban que ellos no podían encargarse de su traslado. Cuando los agentes se presentaban en las direcciones señaladas, encontraban a los jóvenes. A veces, acompañados de adultos que los menores identificaban como parientes suyos. - DEIA