gasteiz - Arantxa, la vecina de Abetxuko cuya vivienda asaltaron varios miembros de la familia gitana conocida como los pichis, respira un poco más tranquila desde ayer, mientras espera a la resolución judicial que termine definitivamente con la ocupación de su hogar. Según confirmaron en el turno popular del Ayuntamiento representantes de la asociación vecinal Uribe Nogales y el propio concejal de Políticas Sociales, Peio López de Munain, la mujer fue acogida ayer mismo “provisionalmente” en una residencia foral con asistencia médica tras haber estado viviendo durante las últimas semanas en una habitación ofrecida por otra familia residente en el barrio.

Entretanto, los vecinos pidieron la ayuda de los grupos políticos para que las aguas regresen a su cauce en Abetxuko cuando todo vuelva, si es posible, a la normalidad. “Pedimos que nos ayuden a recomponer la convivencia intervecinal, que se ha visto amargamente afectada”, solicitó Óscar González. López de Munain, por su parte, anheló una pronta resolución de este contencioso, aunque volvió a abogar por la “discreción” y la “mesura”. “Estamos esperando y deseando que llegue la resolución judicial que ponga fin a la ocupación”, aseguró el concejal, que recibió las críticas más duras de la oposición desde las filas de EH Bildu. “No se han dado pasos suficientemente valientes para que esto no se vuelva a producir”, lamentó la edil Ane Aristi.

denuncia archivada En otro orden de cosas, el Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria ha archivado provisionalmente la denuncia por “coacciones y amenazas” que había presentado un miembro de los pichis contra un responsable de Uribe Nogales. La Asociación SOS Racismo informó de que la Justicia ha sobreseído esta demanda presentada tras las manifestaciones que los vecinos de Abetxuko han celebrado en los últimos dos meses para rechazar la ocupación del piso de Arantxa, vecina del barrio. - DNA