estática. El hábitat natural de las bicicletas estáticas es el interior del hogar, habitualmente en un rincón de una habitación poco frecuentada haciendo las veces de perchero, o la tienda de empeños. Sin embargo, algunos ejemplares veteranos, como es el caso de esta Cyclostatic, hartos de sentirse infrautilizados deciden dar el paso y toman las calles. Un hecho infrecuente que, como se aprecia, suele tener lugar los días de lluvia. Foto: Josu Chavarri
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