kuartango - La solidaridad internacional empieza desde el más pequeño de los rincones. Y en Álava, uno de esos es Kuartango. Los niños y niñas de de la Ikastola de Izarra contaron la noche del sábado su experiencia solidaria y de comunicación epistolar con los niños de Piquigua, una localidad de la provincia ecuatoriana de Manabí, tras el terremoto que sufrieron el 16 de abril de 2016. El acto estuvo moderado por el párroco del valle, Juan Ramón Etxebarria, quien fue misionero en aquellas tierras durante muchos años.

“Esta vez en Kuartango no tembló la tierra, pero tembló de emoción contenida el público. Se creó una corriente entre los niños de Ecuador que sufrieron el terremoto y se quedaron sin casa y sin escuela, los niños de la Ikastola de Izarra que han compartido sus cartas con ellos, sus padres que escuchaban atónitos a sus hijos expresar sus experiencias ante la asamblea y el público de Kuartango”. Toda esa gente que desde hace años está comprometida en un profundo movimiento altruista y de acogida con la celebración del Noviembre Solidario.

Dicen que lo que más se recuerda hasta el fin de la vida, incluidos los enfermos de Alzheimer, son las canciones y los cuentos. Y es seguro que las casi cien personas que participaron en el acto del sábado noche no olvidarán nunca esta experiencia. Según dijo, Etxebarria “todo fue como un cuento”. De hecho, el cuentacuentos Iñaki Carretero hilvanó relatos latinoamericanos: cómo surgieron los continentes, cómo se formó la vida y las razas humanas, por qué se dan los terremotos. Y en medio de esas historias, fue encajando magistralmente la participación de los niños, que, desde su visión, contaron la realidad sufrida en Ecuador, lo que les explican los niños en sus cartas, con imágenes de fondo de la situación de Manabí antes y después de la tragedia.

Son misivas muy sencillas: “Hola, Izaro. Me llamo Yngrid. Soy de Ecuador, de la comunidad de Piquigua en la provincia de Manabí. Tengo 12 años. Yo en la noche del terremoto jugaba con mis primitas en la calle y luego vi que todo se caía. Corrí a coger a mis primitas. Me quedé sin donde vivir. Actualmente vivo en un refugio. Pero doy gracias porque a pesar estoy viva y todos mis seres queridos están bien. Me da gusto tener una amiga en otro país y que se preocupe por nosotros. Chao. Cuídate. Yngrid”. Los niños dijeron que esa amistad que ha nacido quieren continuarla y pronto van a realizar unas video conferencias.

Por su parte, el alcalde, Eduardo Fernández de Pinedo, calificó de “genial” el inicio del Noviembre Solidario en Kuartango. “Con la docta mano de Iñaki Carretero, la chavalería de la ikastola de Izarra nos ha demostrado que gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”, subrayó.

El Noviembre Solidario se está celebrando este año junto a los municipios de Ribera Alta y Urkabustaiz, para que el trabajo sea más contundente y multitudinario. Tras la actividad de este pasado fin de semana, el sábado 12 a las 19.00 horas habrá una charla-coloquio con Javier Galparsoro, presidente de Cear-Euskadi, Iñaki Alonso, responsable de Infancia de Save The Children, y Sara Polo, al frente del área de Sensibilización de Save The Children. Todos ellos contarán sus experiencias con los refugiados y plantearán las necesidades que tienen.

El 19, también a las 19.00 horas, será el momento de repasar los proyectos solidarios en los que trabajan las tres localidades. Carmen Menéndez, responsable de Manos Unidas para Rwanda, Maribel García, delegada de Manos Unidas en Álava, y Merche Viguri, voluntaria de esta misma ONG, contarán las experiencias que se apoyan desde Kuartango, Urtkabustaiz y Ribera Alta.

Para finalizar, el 26 se celebrará la cena solidaria, que comenzará a las 19.00 horas con la proyección de un video-resumen de las tres jornadas anteriores y la posterior cena. Con el dinero que se recaude se quiere contribuir al mantenimiento de una escuela infantil en Kayenzi (Ruanda), de Manos Unidas.