amurrio - Los portavoces de la sociedad micológica Arriola de Amurrio estaban ayer contentos, y no era para menos. De hecho, lograron acercar a la cancha del frontón una heterogénea muestra de 440 especies de setas y hongos, pese a la sequía reinante en los montes de la comarca ayalesa y el Alto Nervión hasta la llegada de las lluvias de este fin de semana.
El logro supuso poner un auténtico broche de oro a la décimo tercera edición del Mikoturismo Egunak que ha estado acogiendo el municipio desde el pasado 22 de octubre. “Creo que estamos ante la mejor exposición micológica de Euskadi. En Legutio, al inicio de la temporada, se lograron llevar algo más de 300, pero ha sido un mes muy duro en el que ha habido que andar mucho buscando la humedad por la cara norte del monte, vaguadas y ríos. Solo hay que fijarse en la familia de los boletus que, tras el espectacular brote que tuvo a primeros de octubre, a esta muestra solo hemos podido traer en torno a 20 especies, cuando lo normal es 50, y de los cinco ases de la baraja, en cuanto a excelencia gastronómica, solo el Edulis. A ver si ahora remonta algo”, explicó el experto Alberto Villanueva Zarama, que volvió a ayudar a Arriola en la clasificación de las especies.
El presidente de la Sociedad Micológica de Amurrio, Fernando Eguiluz, resultó de la misma opinión. Eso sí, este año no han tenido que recurrir a salir de la comarca para configurar la exposición. “La inmensa mayoría están recolectadas en nuestra zona, incluidas las más curiosas”, subrayó, en referencia a un ejemplar de 25 kilos de Polyporus Giganteus que “parasita las raíces de las hayas”, a otros hongos diminutos de Onygena equina que “proliferan en el interior de cuernos de animales”, o de un precioso ramillete de Gymnopilus spectabilis “no comestible y que, pese a su belleza, no hace otra cosa que parasitar los tocones de los pinos”.
La exposición también contó con una nutrida representación de especies venenosas, tóxicas, e incluso mortales, tales como la Paxillus involutus, la Cortinarius speciossisimus o la Lepiota helveola, aunque “la más peligrosa, por su rápido efecto, y la causante de los envenenamientos más comunes, por su parecido con la Gibel urdin o la Russula virescens es sin duda la Amanita phalloides. Cuarenta gramos de ella y te vas al otro barrio”, aclararon los expertos.
De hecho, en la exposición primaba la tarjeta roja, utilizada para señalar las especies no comestibles e incluso tóxicas y mortales, pese a que engloba una más que interesante selección de la riqueza micológica alavesa que puede llevarse al plato. “Es normal, en el monte lo que más abunda son las setas venenosas o no comestibles. Por ello hemos intentado organizarlas este año por familias y poniendo los ejemplares comestibles junto con los tóxicos a los que se asemejan por apariencia para que la gente aprenda a diferenciarlos, como puede ser la entoloma lividum. Ésta, similar al perretxiko, es la que más problema esta causando en nuestra zona”, señalaron.
Con todo, ante la menor duda, lo mejor es dejarlas en el monte y, en caso de cogerlas, preguntar a los expertos. Los miembros de Arriola han puesto en marcha su servicio de información. “Estaremos hasta finales de diciembre, todos los lunes, de 19.00 a 20.00 horas, de cara a solventar dudas, identificar especies y prestar nuestro material bibliográfico”, apuntó Eguíluz, en referencia al fondo documental con más de 1.500 fichas de especies, recién actualizadas a la nueva nomenclatura. A este se le ha sumado, además, el proyecto divulgativo gratuito a través de Instagram en el que está trabajando el miembro de Arriola Juan Antonio Aldama. Una guía de setas profusa en fotos en las que junto a cada ejemplar se indica donde se recolectó, características o qué especies se pueden encontrar en cada tipo de bosque.
En donde no ha habido temor a las especies de hongos venenosos es en las barras de los bares de Amurrio. Diez establecimientos han estado compitiendo los últimos tres fines de semana por lograr los 200 euros del mejor pintxo micológico por elección del jurado o los 150 euros a la mejor creación por votación popular. Se trata del Crucero, El Rinconcito, La Bodeguilla, La Terraza, Madik, Taberna Frontón, Txoko Gorri, la cafetería San Antón, el Atxubi y el bar Guk. Los propietarios de este último, Pili y Americo, recogieron ayer el galardón emocionados. “Llevamos con el bar desde marzo y es la primera vez que concursamos y, sin duda, para repetir porque, premio aparte, se ha notado más meneo”, explicaron. La creación ganadora con la que han triunfado ha sido “una crema de hongo, bacalao y piquillo en vaso, que se podía tomar bien con pajita o cuchara, y acompañado de una tostada”.
Y alegría para el paladar aparte, también ayer se celebró la marcha Gorobel que, desde hace 30 años, organiza el club de montaña Mendiko Lagunak. Quinientos valientes abordaron este recorrido de 40 kilómetros por Sierra Salvada.