vitoria - En 2008, la Asociación para la Rehabilitación Integral del Casco Histórico de Vitoria, ARICH, subvencionó con 140.000 euros la reforma de una vivienda particular en la calle Chiquita y, a día de hoy, según pone de manifiesto el Síndico, Martin Gartziandia, no existe ni un sólo documento que confirme la titularidad del inmueble. El resto de los propietarios de la comunidad reclaman al Ayuntamiento que aclare la situación del inmueble, ya que tienen pendiente la declaración de obra nueva del edificio y no pueden obtenerla hasta que se aclare a quién pertenece el domicilio de la polémica.
Hace ocho años, la comunidad de propietarios acometió la rehabilitación del edificio. Uno de los titulares no pudo asumir el coste de la obra y la actualmente extinta ARICH, comandada por Gonzalo Arroita, aprobó correr con los gastos correspondientes a este piso. Igualmente acordó realojar al vecino en otra vivienda durante la ejecución de la obra.
Concluida la reforma, el Ayuntamiento de Vitoria pagó todas las cuotas que correspondían a esta vivienda vacía hasta 2012. Después, el vacío. Nadie se ha hecho cargo del pago de la comunidad, ni del IBI ni de la tasa de basuras. En 2015, extrañados, los vecinos pidieron explicaciones a la entidad heredera de la ARICH, Ensanche 21. Su respuesta fue aún más desconcertante. Ni sabían nada ni existía documentación alguna al respecto.
A día de hoy, la deuda de la vivienda con la comunidad asciende a 4.128,48 euros, pero nadie sabe quién debe pagar. Tampoco se sabe quién es el propietario actual del domicilio. “Nos parece grave que una operación de este tipo -apuntan los vecinos-, con una cuantía considerable, no tenga el más mínimo soporte documental que lo justifique. Ante esta situación, el Síndico de Vitoria recomienda a Ensanche 21 que aporte la información reclamada y que, en el caso de que se haya extraviado, se inicien las indagaciones pertinentes a fin de localizarla o las acciones necesarias para subsanar la pérdida. - DNA