Vitoria - La unión vecinal para condenar los delitos de los pichis y exigir soluciones a las instituciones, ha trascendido ya las fronteras provinciales. Ayer, representantes de la asociación de vecinos Uribe Nogales de Abetxuko acudieron al llamamiento realizado por la plataforma de afectados por la delincuencia en Ollerías, en Bilbao y, en solidaridad con ellos, asistieron a la manifestación celebrada por la tarde en la capital vizcaína como repulsa a los actos que los miembros del clan gitano llevan a cabo desde hace años en la zona.

A las 17.30 horas, los representantes de la asociación de Abetxuko se dieron cita en la plaza Venta de la Caña de Vitoria. Desde allí, se trasladaron, a bordo de sus vehículos particulares, hasta el barrio de Atxuri, en Bilbao, para tomar parte en la manifestación de condena convocada por los vecinos afectados de la capital vizcaína. Bajo el lema Fuera Delincuencia, la concentración partió desde el barrio de Santutxu, situado justo encima del de Atxuri, y descendió progresivamente hasta la plaza de La Encarnación, justo donde da a parar la calle Ollerías Bajas, en pleno corazón del territorio de los pichis. La marcha dio comienzo a las 19.00 horas desde la puerta del bar Fox, en el número 74 de la calle Santutxu, cuyos dueños se han visto envueltos en un litigio con integrantes del clan. A continuación, los concentrados bajaron hasta La Encarnación a través de la calle Ollerías, donde se encuentra la lonja en la que residen los más de 25 miembros del clan.

En Vitoria, desde su llegada, los integrantes de este colectivo gitano han protagonizado la ocupación de un inmueble, varios intentos fallidos de asalto a otras viviendas y un conato de robo en la panadería del barrio. Sin embargo, en Bilbao, la situación es, como reconocen los integrantes de Uribe Nogales, mucho más dura. Durante uno de los últimos episodios de violencia registrados en la zona, uno de los pichis se encaró con un vecino de Atxuri y le hostigó con una horca con pinchos, tal y como queda recogido en un vídeo que ya se ha hecho viral en Internet y que ha servido de imagen para la convocatoria de ayer. Desde que se produjera el intento de agresión, la Policía Municipal de Bilbao acompaña a esta persona hasta la entrada de su casa para evitar que sufra daños. También se produjo recientemente un enfrentamiento múltiple en el que varios residentes resultaron heridos, los agentes municipales localizaron armas blancas y diversos integrantes del clan recibieron denuncias por amenazas. Incluso se ha puesto en marcha una recogida de firmas a través del portal de Internet change.org con el fin de avalar una solicitud dirigida a los juzgados de Bilbao en la que se pide el alejamiento de la “familia conflictiva” y así “atajar los actos delictivos, incivicos y de amenazas que se están produciendo con más intensidad desde hace dos años”. Los vecinos temen que sólo se adopten medidas drásticas cuando se registre “un hecho trágico”.

En los últimos meses, el hartazgo de los vecinos de Ollerías y su demanda de justicia han causado un gran revuelo en la escena social bilbaína y sus reivindicaciones han ido cobrando un peso progresivo en el Ayuntamiento. El grupo municipal del PP en Bilbao ha hecho bandera de las reclamaciones de los afectados y ha planteado al equipo de gobierno, comandado por el PNV, que se posicione “a favor de los vecinos o a favor de los pichis”.

Contactos. Los representantes de la asociación de vecinos Uribe Nogales de Abetxuko mantienen su ronda de contactos con representantes sociales e institucionales para tratar de agilizar el desalojo legal de los ‘pichis’ y su salida pacífica del barrio.

Movilizaciones. De forma paralela, las movilizaciones de los vecinos del barrio gasteiztarra se suceden frente a la casa ocupada por los integrantes del clan gitano en la calle de El Cristo. Los paseos protesta silenciosos han dejado paso a las caceroladas.