vitoria - A finales de septiembre, los dueños del fallido Hotel Gasteiz desvelaban su deseo de reconvertir el edificio en una residencia privada de personas mayores. Sólo había un obstáculo que podía dar al traste con su proyecto: la parcela está catalogada para acoger oficinas, salas de reuniones, negocios hosteleros y hospedaje temporal. Pasados poco más de quince días del anuncio, el hándicap continúa pero está más cerca de diluirse. El equipo de gobierno municipal llevó ayer a la comisión de Hacienda una propuesta de modificación del Plan General de Ordenación Urbana para que todos los terrenos de uso global terciario de la ciudad puedan destinarse a equipamiento asistencial. La edil del departamento, Itziar Gonzalo, defendió el trámite por la necesidad de dar respuesta “inmediata” a una población cada vez más envejecida, la imposibilidad de cubrir la demanda “de forma exclusiva” desde la red pública y para clarificar la “confusión del texto” actual en cuanto a la relación de este tipo de recursos con la administración, pero no presentó un estudio con las carencias actuales ni el impacto de la medida para justificar un cambio repentino de tal envergadura coincidente con el interés concreto de la familia Atucha.

La propuesta del equipo de gobierno no salió adelante en este primer intento. El PP y EH Bildu llevaron más concejales de los que habitualmente acuden a esta comisión para tumbar la iniciativa con su abstención, mientras que Podemos e Irabazi votaron en contra. No obstante, se prevé que el alcalde haga uso de sus competencias para llevar el trámite al Pleno, mientras en ese impasse trata de convencer a quienes ayer no terminaron de mojarse. En el caso del principal partido de la oposición se trata de solventar un par de cuestiones técnicas y, a partir de ahí, relajar la tensión que los mantiene alejados aun cuando coinciden en la idoneidad del proyecto. Los populares reconocieron estar “a favor de las residencias privadas”, pero criticaron que la modificación apareciera como “puntual” en el orden del día y como “estructural” en la documentación. A su juicio la opción correcta es la segunda y, por tanto, la propuesta debería haber ido acompañada de un estudio. “Es un error de libro y hay que ser serios. Hay que decir cómo afecta a la ciudad: cuántas residencias, cuántas plazas...”, advirtió el concejal Miguel Garnica.

En EH Bildu se movieron entre dos aguas. “No entendemos el porqué de la modificación en este momento”, señaló el concejal Félix González sin aludir al Hotel Gasteiz, “y el debate debería producirse en la ponencia del Plan General de Ordenación Urbana”, que es el foro donde se está definiendo la Vitoria del futuro. No obstante, la coalición abertzale decidió abstenerse. El edil reconoció que la apuesta por su partido en el ámbito asistencial pasa por la “intervención pública y directa”, pero consideró de más peso el “interés social” que subyace detrás de la modificación urbanística.

Podemos recalcó que en cualquier empresa privada lo que hay es “un interés lucrativo” y se negó a apoyar cualquier iniciativa que anteponga el nivel económico del ciudadano a sus derechos fundamentales. “Lo que debe hacer el Ayuntamiento es trabajar en un modelo público de calidad y no proponer un cambio del PGOU sin decir siquiera qué consecuencias tendría”, subrayó el concejal Juan Cerezuela, mientras en las redes sociales el portavoz del grupo morado, Jorge Hinojal, hablaba abiertamente de “urbanismo a la carta” en beneficio de empresarios aun sin negar la necesidad de trabajar en la creación de más plazas residenciales. “Una empresa quiere convertir un hotel en residencia de ancianos y después PNV quiere modificar el PGOU para permitirlo. ¿Casualidad?”, inquirió.

El portavoz de Irabazi, Óscar Fernández, preguntó “si hay interés de algún particular”. También, al igual que el resto de grupos disconformes con la operación, cuestionó las formas utilizadas por el equipo de gobierno, convencido de que se trata de “una modificación estructural y se tiene que debatir en la ponencia del PGOU”.

Inauguración y cierre. La inauguración del Hotel Gasteiz tuvo lugar en 1981, convirtiéndose en el segundo 4 estrellas de Vitoria. En 1998, la familia Atucha se lo alquiló a la cadena Barceló, hasta el cierre el 1 de octubre de 2012.

Capacidad. Ubicado en el número 45 de la Avenida, tiene ocho plantas y 156 habitaciones, ocho salones de reuniones para 600 personas, discoteca, restaurante, piano-bar y aparcamiento.

La edil de Hacienda defendió la idoneidad del cambio del PGOU.

El edil del PP cuestionó la forma en que se presentó la propuesta.

El edil de EH Bildu pidió llevar el asunto al foro competente.

El edil de Podemos exigió una mayor apuesta por la red pública.

Irabazi coincidió en la necesidad de un debate sosegado.