Un ‘Masterchef’ para Abastos

Sin embargo, el público familiar al que se dirige este primer taller no será el único destinatario de todas las iniciativas que allí se programen, dado que se intentará llegar a la mayor cantidad de alaveses posible. Y, para ello, la difícil tarea de la dirección del programa de cocina se ha encomendado a un chef también a la altura de las circunstancias: el prestigioso Basque Culinary Center, bajo cuya tutela se encuentra todo este particular menú gastronómico, diseñado con mimo, con el fin de satisfacer a participantes de todas las edades: niños, adultos y personas mayores, que ya sepan de cocina o no, puedan apuntarse a los diferentes proyectos en el ático de Abastos (terraza panorámica, ala de cocina, invernaderos y sala polivalente). Es por eso que las hay para todos los gustos. Prueba de ello es la del día siguiente, el 17, en la que hasta los que tengan problemas para freír un huevo podrán mejorar sus habilidades, gracias al curso para principiantes Iníciate en la cocina, que tendrá lugar a las 19.00 horas, o incluso el del 18, el de Cocina andaluza, dirigida para los entusiastas de este mundillo, quienes también podrán mejorar sus técnicas para elaborar pintxos o cazuelitas con lo mejor de la huerta alavesa.

“De momento los cursos están enfocados a la cocina, pero más adelante se trabajará con la horticultura para enseñar como tener sus minihuertos o jardines en su casa. También habrá el taller de Cocina con..., en el que un chef de la provincia dará una clase magistral, aunque en el futuro también esperamos traer a otras figuras de renombre de fuera de Álava”, explica Ínigo Graciantepareluceta, coordinador de actividades de la Fundación Abastos.

Y todos ellos siempre con un denominador común: promocionar la excelente calidad que se extrae de la huerta alavesa. “Se van a usar exclusivamente productos de la Plaza y de los patronos: huevos Bertako, con Eusko Label, patatas de la cooperativa de Álava (Udapa), sal de Añana y vinos con Denominación de Origen Rioja”, precisa uno de los representantes de la fundación, Iker Bilbao. En los cursos primará por tanto la buena materia prima y la variedad, pero también la cantidad, si se tienen en cuenta todas las previsiones que refleja el dossier de la Fundación de Abastos, de la que este diario es patrocinador. Así, por ejemplo, las estimaciones realizadas en febrero de 2016 esperan que de media al año haya un total de 650 actividades: 250 en el aula de cocina, con una media de 20 personas en cada una de ellas, a las que se añadirían 200 en la sala polivalente, con una media de 20 personas por actividad y 100 iniciativas en cada invernadero, con una media de 25 personas inscritas en cada tanda.

Visitas escolares En general, la tarde será el momento de la cocina para principiantes, para la tercera edad, para los entusiastas y para catas, por ejemplo, de vinos con Denominación de Origen Rioja, y otras presentaciones de producto. Pero la mañana estará prácticamente reservada para los reyes de la casa: los más pequeños, quienes de lunes a viernes tendrán la oportunidad de participar en un original programa de visitas dirigido a los diferentes centros educativos del territorio. Se llama Construyendo vida sana, que ha surgido de la Fundación Abastos para crear una comunidad de aprendizaje única en torno al mercado y ayudar así a desarrollar una educación más global y práctica más allá de los libros. Como destaca el dossier del programa pedagógico del centro Urkide, presentado al Ayuntamiento de Vitoria, el proyecto, en concreto, iría dirigido a toda la comunidad educativa de este territorio (Infantil, Primaria y Secundaria) “con el objeto de ayudar a mejorar los hábitos de consumo y de alimentación de los escolares a través de un aprendizaje significativo y que sirva para relacionarse con la naturaleza y comprender la importancia del sector agrícola y alimentario de nuestro entorno más cercano”.

Los estudiantes tendrán un presupuesto tope para hacer la compra, que harán en los diversos puestos de la Plaza, para conocer el mercado como usuario, interactuando en los diferentes puestos, para diferenciarlo de los de las grandes superficies, de manera que les quede claro que la calidad es la mejor materia prima. Para ello deberán identificar los productos de temporada o los de kilómetro cero para concienciar sobre la importancia de reducir la huella ecológica y después tendrán que elegir los más adecuados para subirlos hasta la última planta, donde los aprenderán a cocinar, profundizando en la alimentación equilibrada, en las relucientes encimeras blancas del aula cocina, con una hileras de cocinas que recuerdan a los fogones del programa de cocina más famoso de la televisión: los de Masterchef.

Entre el 15 de octubre y el 20 de mayo son las fechas previstas para impartir estos cursos, que esperan llegar a un total de participación de 6.250 alumnos por año, con 25 niños de media en cada sesión. La idea es completar la visita al mercado con diferentes unidades temáticas a impartir en el colegio, como las pilotadas en el colegio Urkide de Vitoria. En la etapa Infantil (de 2 a 5 años) será El origen de los alimentos: Las patatas mágicas. En Primaria, la alimentación saludable con ¿Hoy qué comemos?. Para el primer ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) será la horticultura: Creando lazos y en el segundo ciclo de la ESO la nutrición: Somos lo que comemos.

Aunque, sin duda, lo mejor ha sido cómo los escolares pueden llevar a la práctica todos esos conocimientos, gracias a la primera experiencia, promovida por la Fundación Abastos y desarrollado por el Colegio Urkide, que se llevó a cabo en junio de este año por los alumnos de 2º, 3º y 6º de primaria que estrenaron la nueva cocina de la Plaza de Abastos poniendo a prueba una unidad didáctica relacionadas con la alimentación saludable. En dicho proyecto, ¿Qué comemos hoy?, obtuvieron respuestas a preguntas como: ¿qué diferencia hay entre un mercado y un supermercado?, ¿qué es el kilómetro cero?, ¿qué es un producto de temporada?, y han podido comprar y pagar los productos que después van a cocinar, un menú saludable de la mano de un cocinero formado en el Basque Culinary Center.

Antes, eso sí, no faltaron las caras de asombro ante un crustáceo que les enseñó uno de los comerciantes. Ni las reacciones positivas una vez que acabó la jornada. “No sabía que se me daba tan bien la cocina”, era el comentario de una niña de 8 años, después de pasar cuatro horas disfrutando en el mercado de Abastos. Pero hubo otros también positivos. como “Me ha encantado el mercado de Abastos, excepto por el pez” o “Ha sido super divertido cocinar, parecía Masterchef”. Ejemplos todos ellos de las frases que dejaron los alumnos en los diferentes post-it, una vez que evaluaron su paso por la Plaza.