gasteiz - Es uno de los recursos de acogida a personas en situación de exclusión social más antiguos de la capital alavesa y, en gran medida debido a esta circunstancia, los años no pasan en balde por sus instalaciones. Se trata del Aterpe, ubicado en lo alto de la almendra medieval, más concretamente en la plaza Villa Suso, un equipamiento sobre el que la amenaza del derribo sobrevuela desde hace ya bastante tiempo y cuyo futuro ha vuelto a ponerse en entredicho este mismo año. No tanto debido a las carencias estructurales y de accesibilidad que presenta, sino porque el edificio se encuentra fuera de ordenamiento y el PERI previsto para esta zona del Casco Viejo incluye su derribo. Sin embargo, el Aterpe finalmente permanecerá en su actual ubicación al menos “a corto-medio plazo”, según confirman fuentes municipales a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. El posible traslado a otra ubicación queda por tanto aparcado por ahora y el Consistorio se centrará en seguir mejorando las instalaciones del centro, como ya hizo recientemente con la reforma llevada a cabo en su deteriorada cubierta. “De momento va a continuar donde está y el objetivo es seguir mejorándolo en la medida en que lo permitan los presupuestos”, apuntan los mismos medios en este sentido.
El responsable de Políticas Sociales en Gasteiz, el socialista Peio López de Munain, anunció a comienzos del recién concluido verano su decisión de paralizar cualquier nueva intervención en el Aterpe hasta saber si se reactivaba el citado PERI, que marca que el vetusto bloque “tiene que desaparecer”. Bajo el edificio, que acoge tanto este recurso social como la unidad municipal de Laboratorio, “parece que existe” además un interés de tipo arqueológico, según detalló entonces el responsable municipal, lo que también aconsejaría el derribo del bloque. Tras mantener diversos encuentros con el servicio municipal de Arquitectura y en un contexto de fuertes apreturas económicas, el Ayuntamiento vuelve a dejar aparcada cualquier intervención urbanística en esta zona, como ya sucediese durante la alcaldía de Patxi Lazcoz, en la que López de Munain también ejerció como máximo responsable de la política social. Entonces, el Consistorio incluso llegó a convocar un concurso de ideas para reubicar el Aterpe, pero finalmente paralizó cualquier intervención debido a la difícil situación de las arcas municipales.
nuevas intervenciones A la vista de que el Aterpe seguirá de momento en su sitio, el Ayuntamiento es consciente de que debe llevar a cabo intervenciones más o menos urgentes para garantizar las mejores condiciones a sus usuarios, y de hecho López de Munain ha mantenido varias reuniones con el arquitecto de mantenimiento del edificio para analizar esas posibles futuras obras de mejora. Entre los mayores problemas del Aterpe se encuentra la accesibilidad, aunque al margen de la instalación de un ascensor todo indica que el Ayuntamiento tendría que llevar a cabo también una importante intervención en su estructura, que es de madera, o una reorganización de sus espacios interiores. “Hay distintas necesidades a las que hay que dar salida”, reconocen desde el Consistorio.
El Aterpe, que acoge tanto a personas sin hogar como a usuarios en situación de exclusión residencial, se caracteriza por su normativa de baja exigencia, su amplitud de horarios y por la admisión de personas en situación de consumo activo de sustancias estupefacientes. La estancia de sus usuarios, que incluso pueden acceder con sus animales, debe ser de corta duración. Dispone de 32 camas, 22 de ellas en habitación y 10 en sala común, y ofrece con carácter inmediato prestaciones básicas de alojamiento, desayuno e higiene personal. Cuenta con cocina, servicio de lavadora, secadora y acceso a duchas.