Vitoria. El acusado se enfrenta a una petición de 30 años de cárcel por parte del Ministerio Fiscal, que le considera autor de un delito de incendio, dos delitos de detención ilegal y otros dos de homicidio en grado de tentativa.
El juicio ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Álava con la declaración del acusado, que ha negado haber estado a primera hora de la tarde del 7 de mayo de 2015 en la vivienda, propiedad de Alokabide, en la que se sucedieron los hechos.
Ha explicado sin embargo que conocía a la persona que vivía en esa casa y a su sobrina, menor de edad, y que solía acudir a esa vivienda, algo que sí había hecho la noche anterior, cuando cenó allí.
Ha afirmado que supo del incendio cuando la policía se presentó en su casa. También ha dicho que la noche anterior había consumido drogas y que en esa época no tenía una bicicleta, vehículo que según la Fiscalía utilizó para abandonar la vivienda una vez prendido el fuego.
El relato del acusado ha contrastado con la versión de las dos víctimas, tío y sobrina.
El primero ha explicado hoy ante el tribunal que conoció al acusado a través de su sobrina, que le pareció un buen chaval y que solía ir a su casa.
Ha afirmado que el día de los hechos llegó a su vivienda a primera hora de la tarde y que estaba "muy raro". Ha descrito que tiró un vaso por la ventana, comenzó a golpear con su cinturón en varias partes y objetos de la vivienda y que decía que era otra persona.
También ha asegurado que les dijo que les iba a quemar vivos y que vieron el fuego y "mucho humo" cuando salieron de la habitación en la que se habían retirado ante la actitud del acusado.
Ha añadido que intentaron apagar el fuego con agua pero que no pudieron porque el acusado había cerrado la llave de paso y que también trataron de salir de la vivienda, sin éxito, porque el presunto autor de los hechos les había cerrado y se había llevado las llaves. Por ello salieron a la terraza desde donde pidieron ayuda.
"Dos minutos más tarde y no lo hubiese contado", ha incidido el hombre al relatar cómo le tuvieron que poner la mascarilla de oxígeno.
Además ha insistido en que todavía no se explica que le "entró en la cabeza" al acusado para actuar así. "Parecía como si tuviera algo dentro, no era el que yo conocía", ha descrito.
Su sobrina ha confirmado que el acusado llegó a la vivienda cuando ella ya estaba allí y que se encontraba "muy nervioso", que "estaba como transformado". Ha confirmado que vieron el fuego al salir de la habitación donde se habían retirado ante la actitud del acusado y que éste les llegó a preguntar si les gustaba el "juego de salir en llamas".Ha dicho que desde la terraza vio como el acusado cogía una bici para irse de allí y que le gritó en varias ocasiones para que les abriera la puerta.
Un testigo ha corroborado en el tribunal esta parte de la historia, al explicar que pasó en su bicicleta por el lugar al salir del trabajo y vio a dos personas pidiendo auxilio desde un piso del que salía humo y en la calle a un hombre que intercambiaba chillidos con una de las víctimas.
Ha añadido que le pareció "extraña" la situación y que siguió en bicicleta al presunto autor de los hechos, que también se movía en una bici, hasta que lo perdió de vista y llamó a la policía municipal.
La defensa ha pedido la libre absolución y la acusación particular se ha adherido a la pena solicitada por la Fiscalía.
El juicio por estos hechos continuará este jueves.