gasteiz/bilbao - Los 20 menores ucranianos que han pasado el verano con familias alavesas de acogida de la asociación Chernobil Elkartea regresaron ayer a sus hogares en Ucrania, tras dos meses de vacaciones que han transcurrido sin incidencias. Olatz Linacisoro, voluntaria de este colectivo, celebró durante su despedida que los niños han podido disfrutar durante este tiempo de la buena climatología y de las fiestas de los pueblos y ciudades antes de emprender el viaje de vuelta a casa . Por territorios, Gipuzkoa ha acogido a 118 niños, Bizkaia a 82 y Navarra a dos.

Los chavales partieron rumbo a Ucrania pasado el mediodía, acompañados por un grupo de personas voluntarias que realizó también este viaje para, de paso, dar inicio al programa de acogida de 2017, visitando a cerca de un centenar de niños y niñas susceptibles de participar en el programa del próximo verano.

Chernobil Elkartea acoge desde hace veinte años a niños del entorno de la central nuclear siniestrada, lo que la convierte en la asociación que más menores invita de todo el Estado.

Aunque han pasado 30 años del considerado peor accidente nuclear de la historia y uno de los grandes desastres medioambientales del planeta, son muchas las zonas afectadas por la radiación en Ucrania y Bielorrusia y el número de niños y niñas que padecen enfermedades oncológicas y hematológicas ha crecido de forma espectacular, con hasta 300-350 casos nuevos por año.

un alivio para la salud Gracias a programas como el que desarrolla Chernobil Elkartea desde hace casi dos décadas, los niños salen de sus tierras contaminadas y están dos meses en un lugar infinitamente más sano, lo cual ayuda a su correcto desarrollo. Dos meses más que necesarios para los jóvenes, que gracias a su estancia aquí disminuyen considerablemente las opciones de sufrir cáncer. No en vano, a la ayuda del ambiente limpio al que se exponen durante este tiempo se, se añade una buena alimentación y los cuidados de su segundo entorno familiar. - Efe/DNA