Hace catorce meses, las llamadas fuerzas del cambio auparon a Gorka Urtaran a la Alcaldía. Hace siete, le ayudaron a sellar el acuerdo presupuestario de más consenso de los últimos tiempos. El primer gesto fue para sacar a Javier Maroto de la Alcaldía. El segundo, para imprimir el sello de la izquierda en la gestión municipal. Pero el tiempo ha seguido pasando y, a apenas un suspiro de un nuevo curso político y dos de las elecciones vascas, EH Bildu, Podemos e Irabazi han comenzado a impacientarse porque no ven reciprocidad en el equipo de gobierno. Un enfado que tiene su reflejo en el cumplimiento de las Cuentas municipales. Según los datos que ha podido recabar DNA, de los más de 11 millones de euros que lograron introducir estos tres grupos en el proyecto del PNV, con partidas de carácter social encaminadas a dibujar lo que consideran un nuevo modelo de ciudad, se ha ejecutado de enero a agosto poco más del 1% del total.

Se trataría por tanto de 122.500 euros repartidos en tres enmiendas, una por cada grupo, de las 179 que estas formaciones consiguieron introducir en el Presupuesto de este año con el beneplácito del gabinete de Urtaran. Las tres pertenecen al capítulo 4, el de las aportaciones a otras entidades y administraciones, y corresponden a partidas nuevas que no estaban contempladas en el proyecto original del PNV: 12.500 euros del convenio con las asociaciones de memoria histórica, incorporación de EH Bildu; 30.000 euros para la gestión de las colonias de gatos, propuesta de Podemos; y 80.000 euros del Plan de Empleo Verde, de Irabazi. Nada más. Por eso, lo que va a hacer la izquierda es azuzar al equipo de gobierno para que empiece a pisar el acelerador en los cuatro meses que quedan de ejercicio.

No se trata de una demanda que al gabinete de Urtaran le llegue por sorpresa. La propia concejala de Hacienda, Itziar Gonzalo, ha convocado a los tres grupos a una reunión el 6 de septiembre para hablar sobre el estado de las enmiendas aprobadas y su voluntad de acelerar la ejecución de las más prioritarias. Su intención es poner sobre la mesa 2,5 millones de euros para materializar algunas de las inversiones que se incorporaron a iniciativa de EH Bildu, Podemos e Irabazi al capítulo 6, más una cuantía menor para poner en marcha partidas de los capítulos 2 -convenios y contratos para gastos corrientes y servicios- y seguir adelante con las del 4. Las fuerzas del cambio, sin embargo, consideran que existe margen para acercarse bastante más a esos 11 millones comprometidos.

Pese a los problemas de ingresos que acucian las arcas municipales, podrían existir vías para conseguir el dinero que permitiría cumplir con los compromisos adquiridos sin poner en jaque la gestión diaria del Ayuntamiento. Una es la venta prevista de la antigua sede de la Arich en la Plaza Nueva, cuyo precio base de licitación es de 983.946,24 euros. Además, el Ayuntamiento tiene previsto vender terrenos industriales de diferentes polígonos de la ciudad al Gobierno Vasco como dueño que es junto al Ayuntamiento de la sociedad Gilsa. También se baraja poner un precio de alquiler a Ensanche 21 por el tiempo de estancia en el palacio de Gure Txokoa y proponer a los concesionarios de diferentes aparcamientos de la ciudad que se los queden en propiedad.