VITORIA - La culpa de que dos semanas después de las fiestas aún quedaran restos de pirotecnia en la campa de Lasarte desde la que se lanzan los fuegos artificiales no fue de Escor. El gabinete de Gorka Urtaran rectificó ayer mismo, un día después de que hubiera atribuido a esta empresa el estado del solar para defenderse de las acusaciones de dejadez de EH Bildu. La realidad es que esta compañía dedicada a la recogida de residuos en la zona rural y de vertidos incontrolados en el ámbito urbano de Vitoria no tiene entre sus labores la de retirar los desechos de los cohetes, salvo que el Ayuntamiento le llame para tareas extraordinarias. Y no recibió ningún telefonazo desde el Consistorio hasta el miércoles, cuando DNA publicó las críticas de la coalición abertzale ya no sólo por el abandono de ese espacio pasados quince días de la subida de Celedón sino de las graveras en general.
La secuencia real de los hechos fue, por tanto, la siguiente. Pasadas las fiestas, según establece el protocolo municipal, el Ayuntamiento controló que las empresas pirotécnicas contratadas en esta edición recogieran los restos de pólvora. A lo largo de varios días, se hizo un peinado de la parcela “para ver si quedaba algún elemento sin explotar”. Una vez que quedó confirmado que no había riesgos, el gabinete de Urtaran dio vía libre a Emaus para retirar los materiales “no peligrosos”, pero lo que no hizo fue llamar a quien correspondiese, Escor de acuerdo a sus criterios, para llevarse los sacos de arena, aunque estaba previsto el telefonazo para la semana pasada.
Fue el mismo miércoles cuando se solicitaron los servicios de Escor para que adecentara lo antes posible el terreno. Sólo dos horas después, la empresa ya estaba en el solar, ubicada entre el IVEF y el sendero de tierra que sale de la calle Maite Zuñiga, dispuesta a recoger todos los restos pirotécnicos. Fue una labor de lo más diligente, pues ayer por la mañana, en menos de 24 horas, ya no quedaba ni rastro de los sacos de arena. La empresa, no obstante, se puso en contacto con este periódico para puntualizar que no había tenido nada que ver con el abandono durante tanto tiempo de los residuos y, al poco rato, desde el Ayuntamiento admitieron su responsabilidad y no dudaron en corregir el relato de los hechos. - DNA