Es agosto en Álava y, aunque el cielo no amenace lluvia todos los días, un enorme paraguas azul se abre todos los días de este mes en la plaza de la Virgen Blanca. Tanto caigan gotas como si no, poco antes de que el reloj de la torre de San Miguel avise de que llegan las 11.00 y las 17.30 horas, a la gasteiztarra Aiala Moraza no le queda otra que cobijarse bajo él, ya que es la señal de que los Free Tours de los que esta joven hace de guía turística van a comenzar. Se trata de la primera vez que Álava se adentra en hacer unos recorridos de este tipo, cuya peculiaridad reside en que es el propio viajero el que decide qué precio quiere pagar una vez que terminen las explicaciones de la ruta de turno.

Se apoquina, por tanto, de acuerdo a la voluntad, una decisión que en el caso de los primeros viajeros que se animaron a participar en esta iniciativa el pasado día 3 recaía sobre un grupo de seis personas formado por una pareja de vitorianos que había traído hasta la urbe gasteiztarra a su familia de Galicia. De manera que este sexteto a la hora de soltar la cartera tuvo en cuenta el grado de satisfacción de la visita, las explicaciones y la atención prestada por la guía, porque pese a que el nombre de los Free Tours significa Rutas gratuitas, sin tarifas fijas establecidas previas, en realidad lo habitual es que tras finalizarlas el usuario pague.

Se trata, por tanto, de una opción nueva para conocer los lugares, pero un tanto arriesgada porque al final nada impide que el cliente no quiera soltar ni un euro, pero este pequeño obstáculo en el camino no le quita el sueño a Alavita, la agencia especializada en Álava como destino turístico, a la que le “pareció atractivo” apostar por este proyecto que hasta ahora no se hacía en la capital alavesa. “La dinámica es no obligar a una tarifa base, que sea el usuario el que valore la ruta con el precio que quiera y con una encuesta de satisfacción que también les damos para rellenar, pero lo normal es que la gente dé algo”, explica convencida de ello la responsable de la citada compañía, Erika Marquínez. Y al final la experiencia ha demostrado que los que así se animan a hacerlo, “sobre todo gente mucho más viajada, más joven y que ya conoce este dinámica” no son nada tacaños, ya que los Free Tours son una fórmula exitosa de gran recorrido en buena parte de Europa y en España, donde ya hay más de una treintena de ciudades que organizan este tipo de explicaciones, incluidas las urbes vascas vecinas, donde de una de ellas surgió en parte la idea de promoverlos en Vitoria.

“Tenemos un conocido en Donostia que trabaja para una empresa que hace Free Tours y vimos que podía ser una oportunidad importante en Vitoria ahora que está mucho en auge y que venían las fiestas para darnos a conocer”, precisa Marquínez, fundadora de esta empresa creada en julio del pasado año.

De momento, sólo hay una ruta planeada, la que da a conocer la evolución de Vitoria desde su Ensanche hasta su origen en el Casco Viejo a través de una visita guiada que tiene como punto de partida la plaza de la Virgen Blanca a esas dos horas, las 11.00 y las 17.30 horas durante todo el mes de agosto, excepto en fiestas, que fueron sólo por la mañana.

Allí combinan historia, personajes famosos, arquitectura y pintura, gracias a los espectaculares murales de la almendra medieval, aunque eso sí, con una condición previa: es necesario reservar, facilitando unos datos personales a través de la web de la agencia, para controlar el número de personas que desean participar. “Esperamos reunir un grupo de quince personas diario. Queremos ver el resultado de esta iniciativa y si resulta positiva, seguiremos todo el año y con más rutas free”, desea la responsable de Alavita, quien insiste en que la gran lucha de esta agencia es “trabajar porque se conozca Álava y que deje de ser la gran desconocida”.

Aparte de los Free Tours, Alavita también ha agudizado el ingenio a la hora de ofrecer otras propuestas originales que tengan a este territorio como destino turístico. Tal es el caso de sus gymkanas históricas, para niños y empresarios, por las calles del Casco Viejo. O sus Escapadas perrunas, en las que buscan todos los sitios del territorio que admiten perros.

Oferta exhaustiva El caso de Alavita, centrada en un único nicho del sector turístico, el de Álava como destino viajero, no es el único en Vitoria, ya que cada vez hay más agencias que apuestan por ofrecer trayectos más exhaustivos y personalizados. Ejemplos cercanos son el de Actívate Travel, la agencia que desde julio de 2012 lanza periplos de tipo activo, como de cicloturismo o esquí. Viajes Ongi Etorri, en cambio, programa rutas culturales, con tintes literarios, paisajísticos, históricos o arqueológicos para dar a conocer el patrimonio de los destinos, además de diseñar a medida esas rutas que no se encuentran en ninguna parte. Mención aparte en este capítulo a la hora de hablar de revolución en el sector turístico merece Agrotravel, que además de atender los deseos de sus viajeros, también se entrega a la hora de satisfacer las necesidades de las comunidades locales que se visitan, al ser pionera en la capital alavesa en ofrecer itinerarios responsables. El objetivo de este tipo de desplazamientos es potenciar la economía local y conocer de primera mano las costumbres del destino, intentando minimizar en la medida de lo posible el impacto negativo de cada viaje.

Es lo que se denomina como turismo responsable, un concepto que va más allá del sostenible y en el que ha sido pionera en Vitoria esta agencia, al empezar a ofrecer este tipo de viajes desde febrero de 2010. La meta final que se persigue es moverse más despacio y disfrutar más de cada lugar.

Una nueva filosofía a la hora de viajar que también se puede aplicar a todo tipo de desplazamientos: luna de miel, voluntariado, safaris solidarios? Incluso a destinos clásicos del turismo de masas, como es el caso del Caribe mexicano, en los que proponen otra forma de visitarlo, descubriendo lugares alejados de los típicos resorts de todo incluido, sin que intervengan grandes touroperadores, ni multinacionales, ya que la intención es generar emprendimiento local.

Se apoya a las comunidades del lugar al que se va, ofreciéndoles proyectos de diverso tipo. Otra forma de conocer lugares en la que el precio que paga el viajero es también más justo.