iruña oka - La subida del Brujo puso ayer fin a las fiestas de Nanclares en una jornada que comenzó despertando a los vecinos a base de dianas y pasacalles para asistir a la misa en la que se bendicieron las peras, una tradición de la localidad. Posteriormente, hubo paintball y campeonatos de mus, además de una morcillada a cargo de la cuadrilla Los Boinas, que gustosos degustaron los vecinos de la localidad. Ya por la noche, las cuadrillas se concentraron en la calle Navarra para despedir las fiestas antes de que Nanclares lanzara la traca final de fiestas, y después de que los vecinos aprendieran trucos de magia gracias a la actuación del mago Oliver y su Libro mágico. - DNA
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